Trump impulsa plan para flexibilizar regulación de @rm@s y recorta presupuesto de la ATF

La administración del presidente Donald Trump prepara un amplio recorte a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), como parte de una reforma que incluye la flexibilización de las regulaciones sobre la compra de armas en Estados Unidos. Según reportes de medios locales, el plan contempla modificar cerca de 50 normativas vigentes, eliminar más de 500 inspectores y simplificar el proceso de verificación de antecedentes.

El controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) ha comenzado a revisar el funcionamiento interno de la ATF, con la intención de reducir su estructura operativa y fusionarla eventualmente con la Administración de Control de Drogas (DEA), según una propuesta presentada por la fiscal general Pam Bondi. Uno de los principales objetivos es disminuir la carga burocrática que enfrenta la agencia, que depende del Departamento de Justicia.

Entre las medidas más llamativas se encuentra la modificación del formulario 4473, utilizado para iniciar la revisión de antecedentes de quienes desean adquirir un arma. Este documento, que actualmente tiene siete páginas, sería reducido a tan solo tres, de acuerdo con información publicada por The Washington Post. Asimismo, se propone extender el plazo de verificación de antecedentes de 30 a 60 días y permitir la destrucción de archivos de propietarios de armas una vez transcurridos 20 años, en lugar de mantenerlos de forma indefinida como ocurre en la actualidad.

Además del recorte estructural, el presupuesto de la ATF se verá reducido en un 25% en el próximo ejercicio fiscal, que comienza en octubre. Esto significará la eliminación de unos 540 inspectores, es decir, cerca de dos tercios del personal operativo de la oficina, lo que podría limitar gravemente su capacidad para supervisar el cumplimiento de las leyes federales sobre armas.

Las organizaciones que abogan por un mayor control de armas han expresado su preocupación ante este plan, al considerar que podría abrir nuevas lagunas legales en la verificación de antecedentes y el monitoreo de armas. Según cifras actualizadas de la organización Gun Violence Archive, en lo que va del año 2025 se han registrado 7,358 muertes y 13,203 personas heridas por armas de fuego en Estados Unidos, además de 192 tiroteos masivos, definidos como aquellos con al menos cuatro víctimas, sin incluir al atacante.

El impacto de la violencia armada también afecta a los más jóvenes. En lo que va del año, al menos 503 adolescentes de entre 12 y 17 años han muerto por armas de fuego, y otros 1,424 han resultado heridos.

Pese a las estadísticas, el gobierno de Donald Trump insiste en reducir la intervención federal en la venta y posesión de armas, bajo el argumento de simplificar la administración pública y proteger los derechos del segundo artículo constitucional. No obstante, críticos advierten que estos cambios podrían debilitar aún más los controles en un país ya marcado por recurrentes episodios de violencia armada.

Agencias