Pese a sequía severa pronosticada para Tamaulipas, el sur tiene garantizado abasto afirma Conagua

Aunque 2023 será un año difícil por la falta de lluvias, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) afirma que el sur de Tamaulipas no sufrirá escasez del vital líquido, pues el sistema lagunario Chairel-Tamesí presenta un buen nivel al dejar de fugarse el recurso hídrico.

“Afortunadamente ya no tenemos fugas desde que pusieron la última tablestaca en el dique Camalote, lo que nos permite garantizar el abasto para la población, la industria y el riego, y ya no hay forma de que entre agua salada en la zona”, aseguró el titular de la Conagua, Felipe Chiw Vega.

El director general del Organismo de Cuenca Golfo Norte, dijo que el sistema lagunario se está comportando muy bien y no dará problemas este año, resultado de las obras en el Camalote, cuyos trabajos iniciaron en 2022 y habrán de concluir en el mes de marzo.

“Ya ahorita los trabajos están muy avanzados y ya se logró evitar la pérdida de agua del sistema lagunario que se estaba yendo hacia el mar, ya este año se ha comportado muchísimo mejor el almacenamiento, ya no hay pérdida por fugas”.

Recordó que provisionalmente se tuvo que echar mano de costaleras y la situación se recrudeció en 2021, pero la obra definitiva terminó con esa práctica. Explicó que en el Camalote ya está toda la tabla estaca colocada, solo faltan los cabezales de concreto y se trabaja con CEAT, la Secretaría de Obras Públicas y el Ciest en perfilar un proyecto ejecutivo para la rehabilitación integral de todos los diques instalados en una longitud de 23 kilómetros. “Hay que darles mantenimiento, se necesitan entre 1,600 y 1,800 millones de pesos, estamos en coordinación para definir los alcances del proyecto y las necesidades, ver dónde pudiéramos tener los recursos para financiarlo y presentarlo a Hacienda este año, bajar recursos y realizarlo en el próximo”.

Mientras tanto, precisó que el nivel del Chairel no ha bajado del 93% y se mantiene muy bien en comparación al mismo periodo del año anterior, pues pasó de 78 a 90 centímetros de agua aproximadamente.

“Se espera que en este y los siguientes años ya no se tengan problemas de almacenamiento de agua, también el municipio de Altamira está haciendo un trabajo de desazolve en lagunas y van avanzando muy bien, eso ayuda mucho para tener más capacidad de almacenamiento en ese municipio principalmente”.

Cinco años de sequía y cada vez peor

A diferencia de la zona conurbada, en el centro del estado ya se está padeciendo la falta de agua, de tal manera que en enero empezarán los tandeos.

Y es que al paso del tiempo llueve menos y se complica más la problemática de la falta de agua, expresó Felipe Chiw, señalando que la sequía se agudizará este año en esa región, impactando sobre todo Victoria y el altiplano, mientras en la frontera será menor.

Apuntó se pronostican lluvias hasta abril o mayo, sin embargo, la dependencia federal tiene la esperanza de que algunos de los veinte frentes fríos que faltan traigan agua, pues la mayoría han sido secos.

Comentó que afortunadamente con las lluvias que hubo en noviembre se recuperaron un poco las presas para proveer agua de riego y consumo humano, pero no lo suficiente.

“Este año hay pronósticos de que va a ser un poco difícil en cuanto a precipitaciones pluviales, nos esperan entre 20% y 25% menos lluvias que la media y ya serían cinco años de sequía, cada vez es más difícil”.

El titular de Conagua atribuye al cambio climático que cada vez esté más seca la tierra y haya menos escurrimientos hacia los cuerpos acuíferos. “Obviamente las presas también disminuyen su almacenamiento; ahora las lluvias duran menos y han perdido intensidad”.

“Antes una semana completa estaba el chipi chipi y mantenía la humedad en la tierra, ahora llueve fuerte y rápido y no da tiempo para absorber y penetrar en el suelo y los escurrimientos no llegan a las presas, se pierde el agua”.

Refirió que como este año lloverá menos, será más difícil recuperar los niveles de almacenamiento en presas y pozos, sobre todo en estos últimos, que están produciendo muy poco y por su profundidad complican la extracción de agua, perfilando los escenarios más drásticos.

“Cada vez es más complicado sacar agua de pozos, en el estado hay alrededor de 500 comunidades que dependen de ellos para el consumo normal de agua; no están produciendo lo suficiente aún cuando se extraen cantidades muy pequeñas”.

Por otra parte, Felipe Chiw sostuvo que con el agua del trasvase de El Cuchillo a la presa Marte R. Gómez es suficiente en esa región, el problema es en la presa Falcón pues el nivel del río Bravo está muy bajo, aunque le ayudan otros escurrimientos a cubrir el consumo de Matamoros y Nuevo Laredo.

El funcionario insistió en cuidar el agua, por lo que dijo, se está implementando una campaña permanente de concientización sobre todo con los agricultores, que son los principales consumidores y deben evitar desperdicios.

“Sería la misma recomendación para todo el público, conservar el agua, en Victoria ya van a empezar tandeos por la escasez, hay que utilizarla con responsabilidad”, finalizó el especialista en recurso hídrico en el estado.

Agencias