Enfrentan consumidores de EU ola de aumentos

Cuando la pandemia de Covid golpeó, las fábricas en China cerraron y el tráfico marítimo global se ralentizó. En cuestión de pocas semanas, los productos comenzaron a desaparecer de los estantes de las tiendas en Estados Unidos y las empresas estadounidenses que dependen de materiales extranjeros estaban quebrando.

Una tendencia similar está comenzando a manifestarse, pero esta vez el catalizador es la decisión del presidente Donald Trump de aumentar los aranceles a las importaciones chinas a un mínimo del 145%, una cantidad tan elevada que gran parte del comercio entre Estados Unidos y China se ha detenido casi por completo.

Menos buques portacontenedores gigantes han estado surcando el océano entre puertos chinos y estadounidenses, y en las próximas semanas, llegarán muchos menos productos chinos a las costas estadounidenses.

Aunque los altos aranceles sobre productos chinos han estado vigentes desde principios de abril, la disponibilidad de productos chinos y el precio que los consumidores pagan por ellos no ha cambiado mucho.

Pero algunas empresas ahora están comenzando a aumentar sus precios.

Y los expertos dicen que los efectos serán cada vez más evidentes en las próximas semanas, a medida que una ola de cambios derivada de pedidos cancelados en fábricas chinas se extienda por todo el mundo hasta Estados Unidos.

El número de enormes buques portacontenedores que transportan cajas metálicas de juguetes, muebles y otros productos que salen de China hacia Estados Unidos se desplomó aproximadamente un tercio en abril.

La razón por la que los consumidores aún no han sentido muchos de los efectos es porque un buque portacontenedores tarda entre 20 y 40 días en cruzar el Océano Pacífico. Luego, los productos chinos tardan entre uno y 10 días adicionales en llegar por tren o camión a varias ciudades del país, según escribieron economistas de Apollo Global Management en un informe reciente.

Esto significa que los aranceles más altos a China que entraron en vigor a principios de abril recién están comenzando a resultar en una caída en el número de barcos que llegan a puertos estadounidenses, una tendencia que debería intensificarse.

Para finales de mayo o principios de junio, los consumidores podrían comenzar a ver algunos estantes vacíos, y podrían ocurrir despidos en industrias minoristas y logísticas.

Agencias