La señora Elodia Sánchez vive en el sector Francisco Villa, a un costado de la carretera Tampico-Valles no tiene servicios y tampoco bien definidas sus calles. La mayoría de los colonos son personas que habitaban y fueron desalojadas de la extinta “Mano con Mano”.
La mujer de 53 años está entrando en calor cerca del mediodía, cuando la temperatura ya es de 17 grados centígrados, con una pala está rellenando el área en la que su pareja le hará un baño, para que ya no les de frío, porque será un área cerrada.
Sabe que viene el mal clima y ya se preparó, tiene listo el fogón para calentar el agua y la comida, también parchó sus ventanas con cartón y los huecos que hay en el techo de lámina, el chiste es mitigar el frío.
Se dedica a despicar camarón y la persona con la que vive filetea pescado, así que asegura estar lista para recibir el frente frío 24, que promete temperaturas bajas, de hasta 3 grados centígrados en Tampico.
Se enteró que hace algunas semanas, ya se le olvidó cuando exactamente, acudieron a repartir cobijas, pero hasta su casa no llegaron, la cual está cerca de un brazo del río Tamesí. “A lo mejor fue porque vivo hasta el rincón”, refiere.
“Con dos cobijas me voy a tapar”
A menos de 5 minutos en coche desde la “Pancho Villa” hasta la colonia Pescadores, vive la señora Mónica Meza, que tiene 77 años y pensó un poco para salir de su casa de madera, porque al mediodía de este domingo, la temperatura comenzó a bajar.
Se tapa la cabeza con una frazada, se aprieta la chamarra parchada para que le ajuste a su cuerpo, pero con una sonrisa de oreja a oreja, enmarca sus ojos verdes. “¿Qué se le ofrece?”, dice tímidamente.
Vive en una casa de madera color azul, el techo es de lámina, es el 461 de la calle Margen del Río, del citado sector. El nombre de la calle hace referencia a que en la parte trasera de su casa corre el río Tamesí, cuerpo de agua que le brinda sustento a casi todos sus habitantes.
Agencias