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13/02/19.- A diez días de que llegó la caravana de migrantes centroamericanos a Piedras Negras y después de que ayer el secretario de Seguridad estatal presumiera el modelo aplicado, las fuerzas del orden ahora tratan de contener un presunto motín.
A partir de la noche de este martes los alrededor de mil 700 migrantes que se ubican en el albergue de Piedras Negras, Coahuila, han manifestado diversas inconformidades al secretario de Seguridad del Estado, José Luis Pliego Corona, quien prometió trabajar para remediar la situación.
Desde hace días corría el rumor en el lugar de una probable fuga, y es desde esta mañana en que los ciudadanos centroamericanos empezaron a agruparse para gritar su deseo de salir, de que se les hable con la verdad y que se les brinde protección en el exterior.
El lugar está fuertemente custodiado por Policía Federal, elementos del Ejército y la Marina, y en su interior el resguardo es por parte de Fuerza Coahuila.
En este momento los elementos estatales intentan detener a los migrantes que lucha por romper el cerco hecho con vallas.
Este martes fue cuando se intensificaron los reclamos de los refugiados, quienes se quejaron de haber sido engañados y pretender seguir su camino hacia Estados Unidos.
Fue ayer cuando un ciudadano denunció haber sido secuestrado, golpeado y asaltado por el personal del Instituto Nacional de Migración (INM), cuando acudió a un banco local a retirar dinero.
A raíz de este caso y otras denuncias de abuso similar por parte de los empleados del INM, fue que la situación se ha complicado en el lugar, para las autoridades.
Agencias
