Recuerdan a migrantes que fallecieron en el río

Desde el bordo del río Bravo, lugar donde paradójicamente termina el «sueño americano» de muchos que han muerto en sus aguas, e inicia para quienes logran cruzarlo, la convención de obispos “Tex-Mex” alzó la voz para pedir a la sociedad en general, incluidas las asociaciones religiosas, a sumar voluntades para resolver en lo posible las peripecias de miles de migrantes que cada día sufren los migrantes que se desplazan en caravanas o grupos pequeños, desde Sudamérica.

En el lado mexicano del río, frente a la parroquia de la Sagrada Familia, se ofició una misa en honor a quienes han perecido en su cauce en el intento por llegar a los Estados Unidos en condición irregular, en su desesperación a veces porque las autoridades de ambos lados de la frontera no les resuelven en corto plazo sus peticiones de audiencia, para solicitar refugio. Dos o tres meses tienen que esperar para ser atendidos, mientras padecen todo tipo de calamidades y necesidades ya en Matamoros.

Fraternidad
Ofició el obispo José Guadalupe Torres Campos, de la Diócesis de Ciudad Juárez, que es a la vez representante del Tex-Mex en México, así como encargado de la Pastoral de Movilidad Humana, quien instó a las autoridades de las diferentes naciones por donde se trasladan estas familias, para que en el marco de lo legal y lo humanamente posible, se les brinden las facilidades y la atención necesaria para subsistir.
Son personas que huyen de la pobreza, de la guerra, de la tiranía, perseguidos políticos, que vienen con esperanza, con anhelos de una mejor vida en otro lugar, y padecen en su trayecto de todo tipo de hostilidades, desde la discriminación, el asedio de los delincuentes, hambruna, enfermedades y las condiciones de inseguridad propias de cada región.
Pero lo más triste, señalan, es la indiferencia que las autoridades que tienen el compromiso de atender este fenómeno social, ya que lejos de simplemente explicarles que el procedimiento que piden no es posible, para que busquen otras opciones, solamente los dejan en espera por semanas o meses, en medio de necesidades de todo tipo, que muchas veces las personas de buena voluntad de cada lugar, especialmente en fronteras como Matamoros, ya no tienen capacidad para cubrir, como la alimentación, vestido, servicio médico.

Asistencia
Es por ello que el llamado es también a las familias para que de manera solidaria apoyen a los extranjeros en sus necesidades más elementales.
Los líderes católicos de la frontera México Estados Unidos, desde Chihuahua hasta Tamaulipas por el lado Azteca, hicieron oración por las personas que lamentablemente han fallecido en el río, y para que aquellos que tienen que ver son su atención, sean más sensibles a sus necesidades.