Por GPS de celular hallaron a estudiantes asesinados en Puebla

Los tres estudiantes y el conductor de Uber que fueron asesinados en Puebla, entre ellos dos colombianos, fueron hallados gracias a la señal del GPS del teléfono de uno de ellos que su mamá rastreó desde Colombia, así lo dio a conocer en entrevista para la revista Semana de ese país.

Angélica Serpa, madre de José Antonio Parada Serpa, contó que estuvo en comunicación con su hijo, estudiante de Medicina que estaba de intercambio en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, quien le contó que iría a un carnaval en Huejotzingo junto con unos amigos, entre ellos Ximena Quijano Hernández.

El joven le envió fotos a su familia y les aseguró que estaba bien. La última vez que habló con su mamá fue a las 21:30 horas del domingo, cuando le dijo que tomaría un Uber para regresar a Puebla.

“Me dijo que estaba en la casa de un amigo y que iba a coger un Uber, se iban a ir a Puebla. En su celular él tiene el GPS, yo lo estuve siguiendo por el GPS y nunca salió del sector. Toda la madrugada estuve marcándoles y no contestaban”, dijo previo a abordar un vuelo a México.

La madre de José Antonio contó que al no obtener respuesta, la mañana del lunes se contactó con unos compañeros mexicanos de su hijo y emprendieron la búsqueda.

“El compañero con el que ayer ellos estuvieron (domingo), yo le di la ubicación de mi hijo y él se fue a buscarlos y allá fue y los encontró y los habían matado”.

​“Mataron a Ximena, mataron a mi hijo, mataron un compañero de ellos mexicano también del internado y al parecer también mataron al conductor del Uber”, señaló.

Aseguró que las autoridades mexicanas no se han comunicado con ellos, sólo el amigo de su hijo, quien estuvo pendiente del levantamiento de los cadáveres. “Con nosotros nadie se ha comunicado, de México nadie”, puntualizó.

Descartó que se tratara de un robo, ya que su hijo conservó su celular. “Mi hijo siempre estuvo con su celular, siempre acostumbraba esconderlo para que no se lo fueran a robar y gracias a ese celular fue que lo encontramos”.

José Antonio Parada Serpa fue asesinado junto a Ximena Quijano Hernández y Francisco Javier Tirado Márquez, estudiante de la BUAP, así como el conductor José Manuel Vital.

José Antonio era extrovertido y cariñoso
Familiares de José Antonio Parada Serpa aseguran que era un joven extrovertido y muy cariñoso, el cual no tenía problemas. Hacía su internado de 10 meses en Puebla, que estaba próximo a concluir.

Tras terminar el bachillerato, Parada Serna ingresó a estudiar Medicina en la Fundación Universitaria Sanitas (Unisanitas) y escogió hacer su internado en Puebla, el cual concluiría el 31 de mayo, de acuerdo con su mamá.

«Mi sobrino ya estaba terminando su internado en la ciudad de Puebla (México). Era muy juicioso y le gustaba lo que hacía», dijo Walter Serpa Bernal, tío del joven en entrevista con el diario El Tiempo.
Aseguró que el estudiante no había tenido ningún problema desde que llegó a México para su internado, por lo que dijo que era un «joven sano, sin ningún tipo de problemas. Tenemos miedo de que le monten una historia falsa».

«No queremos que vayan a encochinar la honestidad de mi sobrino. Si hubiera sido un robo no habrían encontrado su iPhone 11», puntualizó.

Tras asesinatos, marchan en Puebla para exigir seguridad
Bajo el lema «Ni una bata menos», miles de estudiantes de Medicina de la BUAP y de la Upaep marcharon en Puebla para exigir justicia por los tres jóvenes asesinados y por el conductor del Uber.

Vestidos con batas blancas, los alumnos recorrieron las calles de la capital poblana para también pedir seguridad luego del caso de los tres estudiantes.

«Exigimos a los tres niveles de gobierno justicia y seguridad, no podemos seguir así. Nos sentimos con miedo y vivimos con miedo al salir a las calles para trasladarnos a la escuela y a nuestros hogares», dijeron en el Zócalo de Puebla.

Durante la movilización lanzaron consignas como con «Justicia, para nuestros compañeros Francisco Javier, Ximena y Antonio», «Señor, señora, no sean indiferentes, a los jóvenes nos están matando» y «Salvamos vidas y nos matan».

Agencias