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21/05/2018-El secretario de Estado, Mike Pompeo, sostuvo este lunes que el gobierno de Donald Trump no va a ofrecer una «carta blanca» a Irán en el Medio Oriente y, para ello, va a imponerle «las sanciones más fuertes de la historia» de manera que tenga que «cambiar su comportamiento».
«Impondremos una presión financiera sin precedentes al régimen iraní», dijo Pompeo durante un discurso sobre la estrategia de su Gobierno tras la retirada del acuerdo nuclear firmado junto a Irán y otras cinco potencias en 2015.
Pompeo anunció 12 demandas para Teherán y explicó que un hipotético alivio de las sanciones solo se produciría si Washington constataba un cambio profundo en las políticas de Irán.
El pasado 8 de mayo Trump anunció que Washington se retiraba de dicho pacto. El presidente calificó en ese momento el acuerdo de «dañado y podrido» y dijo que resultaba vergonzoso para él como ciudadano de EEUU.
Ya en ese momento, el presidente indicó que se iban a reinstaurar sanciones económicas al «más alto nivel». Poco después, el asesor de seguridad nacional John Bolton dijo que se aplicarían de forma «inmediata» para los nuevos contratos y acotando que las empresas extranjeras tendrán unos meses para salir de Irán
«Cualquier nación que ayude a Irán en su propósito de tener armas nucleares también podría ser fuertemente sancionada por Estados Unidos. El país no será rehén de un chantaje nuclear», afirmó Trump en su anuncio televisado.
La decisión de Trump contó con la oposición y la crítica de gran parte de la comunidad internacional y, sobre todo, del resto de signatarios del acuerdo, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania.
De hecho, París y Berlín elevaron el tono diplomático y llegaron a manifestar que ya no contaban con Estados Unidos para su protección y llamaron a un fortalecimiento de la Unión Europea.
Agencias
