Orbe

Ejerciendo la bondad

21/12/2018 – ¿Qué es la bondad? Según la Real Academia Española (RAE) significa calidad de bueno, inclinación natural hacia el bien, amabilidad con los demás y cortesía en el trato con el prójimo.
Al margen de significados objetivos y subjetivos, una de las cosas más importantes de la bondad radica en hacer el bien a la gente, a nuestro entorno, a nuestra patria y a todo lo que se pueda.
Pero en los tiempos que corren, donde a muchísima gente poco o nada le importa la generosidad, la benevolencia, la cordialidad, la ternura y la tolerancia, afanosos en la maldad y en todo género de perversidades, expertos en continuar crucificando a Cristo (aunque en estos días les digan a sus hijos que la conmemoración del nacimiento del Salvador del mundo es el centro de nuestras festividades navideñas), lo urgente es retornar de ese mundo trágico en el que se vive en todos lados.
La pregunta es: ¿cómo retornar a la casa original donde todo es bondad, si los tentáculos del mal nos tienen bien sujetos y dedicados a hacer agonizar lo más importante de este mundo que es la vida misma?
El egoísmo terrible con el que todo México se ha conmocionado, por actos de “políticos” dedicados a saquear al país, conscientes de que serán amparados por la impunidad, es la mayor ofensa para quienes, siendo la mayoría de los mexicanos, sufren horriblemente, como destinados a ser crucificados, cuando se supone ya hubo uno muy grande, el más grande, que pagó por todos en la Cruz del Calvario.
Si le preguntáramos a estos supuestos políticos, en realidad legión de demonios, el porqué de sus ofensas y abusos contra el pueblo, definitivamente perderíamos el tiempo.
Y no es recomendable hacerlo porque no responderían, porque simplemente ya están condenados al infierno del castigo que les espera y no entenderían las millones de lamentaciones y súplicas de un pueblo que en su mayoría se le pasará muy mal en esta Navidad y para quien el 2019 es un mar de incertidumbres.
Un pueblo que se mantiene viviendo al ras del suelo y que desesperado voltea a ver a sus líderes políticos y religiosos, muchas veces estos últimos más cuestionados que los primeros.
No hay necesidad que en este país la Secretaría de Hacienda y del Banco de México declaren que ya se está en recesión, más allá de un simple estancamiento, porque 80 millones de mexicanos ya están en esas, viviendo desbarrancados de una buena vida, expulsados de un mundo donde se bebe y se come de lo mejor, donde se viste y se calza con las mejores marcas, y donde se habita en lujosas residencias que no podrían pagarse sino es por el financiamiento de negocios ilícitos.
¿Por qué esa minoría vive tan sobradamente y por qué la mayoría muy apenas sobrevive en forma tan humillante? ¿Mexicanos de primera y mexicanos de quinta?

UNA INMENSA DECEPCIÓN
¿Tendrá alguna razón el presidente Andrés Manuel López Obrador en perdonar todo el saqueo ofensivo y multimillonario de ese pasado que aún no ha sido descubierto y por lo tanto no está en manos de ministerios públicos y jueces?
Algunos dicen que sí. Llegando al extremo de decir que la aplicación estricta de la justicia podría generar más violencia. Me quedo pasmada. Mis ideas se paralizan, como si estuvieran en medio de un embotellamiento de donde nunca saldrán.
Luego tantos yerros que no voy a señalar porque ya todos los están sufriendo. ¿Y mientras tanto para el pueblo qué hay de nuevo, aparte de las tantas promesas? ¡Nada! Puros planes maravillosos, opacados por una lúgubre perspectiva.
Ante la amenaza de un colapso económico, juzgado de exagerado por quienes se niegan a ver la realidad, nadie en este país ve, además de desfiguros, la mano firme (y justa) que conduzca el timón del gran buque mexicano. Es hora de ejercer la bondad, señor presidente López Obrador, pero hacia los mexicanos, y no a los que les destruyeron sus futuros.

CELEBRAN POSADA EN «CASA TAM»
Y a propósito de ejercer la bondad, el miércoles el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y la presidenta del DIF estatal, Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca, ofrecieron en los patios de «Casa Tam» una fiesta de convivencia, con motivo de la Navidad, a casi 600 niños y adolescentes de 13 albergues escolares de diferentes comunidades rurales de Tamaulipas. Los estudiantes que disfrutaron de esta alegre posada son originarios de Jaumave, Palmillas, Bustamante, Tula, San Carlos, Llera, Miquihuana, Burgos, Villagrán, Mainero y Villa de Casas.