Mueller y un silencio que estremece a la Casa Blanca

18/05/18.- A diferencia de Donald Trump, Robert Mueller no ha dicho una sola palabra en el año que lleva investigando los manejos de Rusia y su relación con Donald Trump. Y eso inquieta a todo aquél que pueda estar involucrado.

Mueller no está obligado a informar sobre su trabajo. Y no lo hace.

A un año del inicio de la investigación, Mueller está en todas partes y en ninguna al mismo tiempo. La amplitud y el silencio en torno a la pesquisa han sacudido a la Casa Blanca y a su principal inquilino, así como al Capitolio y la K Street (la arteria principal de Washington), alcanzando a otros gobiernos y juntas directivas de empresas.

En momentos en que los legisladores se preparan para las elecciones de mitad de término y el presidente Donald Trump decide si acepta ser interrogado por Mueller o no, aumentan los llamados republicanos para que el fiscal especial concluya a su investigación. El vicepresidente Mike Pence y otros solicitaron públicamente el fin de la pesquisa. Legisladores republicanos aseguran que no hay evidencia de colusión entre los rusos y la gente de Trump durante la campaña electoral.

Cuando más se alargue la investigación, surgirán seguramente más pedidos de que se concluya todo.

Mueller investiga la interferencia rusa en las elecciones del 2016 que llevaron a Trump a la presidencia y si la gente de Trump estuvo involucrada de algún modo o si obstruyeron la justicia. En realidad, la investigación avanza a paso acelerado, comparado con otros procesos similares del pasado. Desde que fue designado el 17 de mayo del 2017, su oficina ha encausado a 19 personas y a tres empresas rusas. Entre los acusados de haber cometido algún delito figuran cuatro colaboradores de Trump, incluidos el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn y el ex presidente de la campaña de Trump Paul Manafort.

Agencias