LOS HECHOS

José Inés Figueroa Vitela

12/08/2018

La última palada…

Si los priístas siguen pensando en salarios, candidaturas, cochupos, reelecciones, como el motor que anima el proceso de revisión de sus estructuras, estarán echando la última palada de tierra sobre el féretro de sus siglas.
375 mil sí son muchos votos -elección de ayuntamientos- los que juntó, para las condiciones en que le tocó jugar, pero no son el piso al que pueden llegar, si no se ponen de acuerdo, a trabajar e invertirle en un proyecto común, superior, que trascienda.
El mayor aporte que se dio a la suma aquella, fue en los municipios grandes, donde son gobierno y que no lo serán más a partir de octubre próximo, es decir, en el siguiente reto electoral que a vuelta de año se dará, con la renovación del Congreso Local.
Donde ahora gobierna el PAN, el PRI se fue hasta la tercera posición.
En Altamira obtuvo 21 mil votos, la mitad de los que la alcaldesa reelecta, ALMA LAURA AMPARAN logró y casi 10 mil menos que el abanderado de MORENA; en Madero, los 13 mil del priísta fueron menos de un tercio de los 45 mil del morenista ganador, ADRIÁN OSEGUERA y casi un tercio del segundo lugar, el alcalde panista, ANDRÉS ZORRILLA, quien no pudo reelegirse.
En Nuevo Laredo el candidato del PRI también se quedó 10 mil votos abajo del segundo lugar y casi 20 mil del alcalde panista reelecto, ENRIQUE RIVAS CUÉLLAR, pero de ese grupo la peor condición la personificó su abanderado en Reynosa, cuyos 29 mil votos, apenas significó una décima parte del total de votos emitidos, menos de la quinta parte de los 151 mil alcanzados por la reelecta panista MAKI ORTIZ y casi esa fracción, en los 100 mil del segundo lugar.
Por eso se dice, si el PRI, en las tres principales concentraciones urbanas que gobierna hoy (Tampico, Victoria y Matamoros), quedando en la segunda posición, obtuvo casi la mitad del global de los votos obtenidos en la reciente elección municipal -170 mil-, sin ese plus que significa ejercer el poder local, el año entrante podría seguir cayendo.
Eso no parece preocupar, menos ocupar, a algunos presuntos interesados en ejercer el mando estatal partidista, unos pensando en el salario y manejo de lo que quede de las prerrogativas públicas, otros en el comercio de “favores” a los “dueños” del presupuesto mayor y otros más, en las candidaturas “pluris” de corto aliento, o las mayores de la sucesión.
Escribí “algunos”, no hay que generalizar, hasta ver consumados los tiempos e incluso en las vísperas, ya se podrá hablar de nombres y apellidos… por sus obras le conoceréis.
Hay quienes optan por pensar que la llegada de MORENA a la Presidencia de la República y el dominio de ambas cámaras del Congreso de la Unión, liberará la presión que dicen “sufrir” con el PAN en el gobierno estatal y la mayoría de los ayuntamientos.
En peligro ya no sea una, sino dos “las presiones” y entonces sí, más pobre su condición.
Los enviados de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ya andan trabajando en territorio, preparando los escenarios para ahora que asuma el poder presidencial; en paralelo pronto ha de desplegarse la estrategia política.
La sede estatal de su partido, está punto menos que abandonada; los dirigentes formales prefieren mantenerse ocultos, porque no tienen nada qué decir, mandando decir que “no están”, cuando por ahí se aparecen, a quienes acuden en su búsqueda y de buscar a alguien ellos, menos.