LOS HECHOS

José I. Figueroa

15/10/15

Mitos, hechos y realidades

“Para el norte un norteño” no es una expresión chauvinista o un alto reflejo huérfano; aparece más bien como una convicción práctica para efectos prácticos en muchos escenarios; la política electoral, por ejemplo.
Ahora que vine el coahuilense FERNANDO DE LAS FUENTES HERNÁNDEZ en substitución del poblano VICTOR EMANUEL DÍAZ PALACIOS a hacerse cargo de la representación del Comité Ejecutivo Nacional priísta a Tamaulipas muchos se pusieron a hacer cuentas.
Que si era más amigo de este o de aquel aspirante, que si venía de avanzada, embajador plenipotenciario o coordinador de la campaña estatal siguiente ya “con línea” del centro, que si esto, que si lo otro.
Lo cierto es que el poblano nunca encajó con sus formas y sus dichos entre la clase política doméstica y terminó sufriendo “la muerte del pez”: por su propia boca.
Más verídico será que “El Diablito” DE LAS FUENTES –como se le conoce por el mote que le heredó su padre ex gobernador- goza del particular conocimiento del Gobernador EGIDIO TORRE CANTU, quien le conoció a través de su hermano RODOLFO.
Y sí, es un personaje muy de acá, habla el mismo idioma, canta el mismo tono y se balancea en el andar norteño. Con estas y aquella carta credencial llega, nada más.
Desde el inicio, una concesión le dio el centro a Tamaulipas –el Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO al Gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ se dice-, que no le dio a muchos: el derecho de proponer y hacer trascender a las representaciones de allá acá.
Vamos, que los delegados federales propuestos desde Victoria capital fueron designados por México capital.
En ese escenario aun no aparece como hecho consumado el que MARCO ANTONIO –“Maquis”, no el “Buki”- SOLÍS sea enviado al terruño como delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, otro nombramiento al que otros igual trataban de darle perfil de avanzada o embajada de proyectos particulares.
Igual como antes se dijo que a ese espacio se venía MARCO ANTONIO BERNAL GUTIÉRREZ a iniciar su campaña, en los últimos días se ha dicho y repetido que MARCO SOLIS estaría para prepararle el camino a su jefe de siempre, el diputado federal BALTAZAR HINOJOSA OCHOA.
Una y otra cosa se han cotejado en la ventanilla equivocada y a destiempo político.
Aunque exista quienes le apuesten a la vieja artimaña de ir a México a decir que tienen el apoyo del pueblo y vienen a Tamaulipas a decirle al pueblo que tienen el apoyo de México, nunca amanece –y nadie muere- la víspera.
Resulta más que evidente que para efectos del PRI no existe aún una definición respecto de quien habrá de ser el nominado al Gobierno tamaulipeco y acaso, en cosa de un mes, empiece a deshojarse la margarita, y solo eso.
Tal expresión ha de leerse como que, pasando el V informe del Gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ, puesto para el miércoles 18 de noviembre en Tampico –ese será otro festejo revolucionario el 20- ya no habrá los 10 aspirantes que hoy vemos para donde volteemos.
Acaso para entonces puedan ser dos los finalistas: uno del centro y otro “localito”.
A estas alturas no quedará duda de que la voz del liderazgo político doméstico sonará fuerte a la hora de las definiciones.
El famoso “ocho de ocho” en las pasadas elecciones federales reivindicó la preeminencia de este liderazgo que ahora pretende cambiar la fórmula a “ocho por ocho”, la operación matemática que acaso dejara un espacio suelto: 43 alcaldías y 22 diputaciones locales de mayoría que en automático meten a la elección mayor.