Locuras Cuerdas

Añoranzas y Elecciones

12/02/2019 – Recuerdo cuando era niño o joven inconsciente para ver la dimensión del amor de mis padres que se traducía siempre en sacrificio por nosotros, sus hijos, de mis hermanos y de mí. No sé mis hermanos pero al menos yo, no heredé, pero cultivé un egoísmo ligero pero constante que cuando era quisquillosamente ostentoso y evidente en la vida del día a día familiar, mi madre con justa razón tenía una expresión poética de enfado para conmigo, en esos lapsos de ingratitud del hijo, o sea yo, que me creía total y tontamente el centro del Universo, ella decía con amor pero con desesperación: “Solo me falta cortarme las venas para darte mi sangre si la necesitas”. Cabe señalar que después de esta expresión, invariablemente siempre venía el regaño de mi padre que resultaba menos expresivo y romántico pero más eficiente en términos de ajustar la conducta. Mi madre era como AMLO con la CNTE, mi padre era como Donald Trump con los inmigrantes. Ya imaginarán con quien me tenía que alinear.
Mi padre era ingeniero civil, es decir producto de las ciencias exactas, no se andaba con rodeos, si había que señalar o usar la fuerza física con sus hijos, no requería de preludios retóricos “amorosos”; al pan, pan y al vino, vino. Mi madre era química industrial, también ciencias exactas pero con una vocación por la lectura que estaba más influenciada por las ciencias de humanidades, por esa razón sus expresiones hiperbólicas de amor con sus hijos al momento de llamarnos la atención. Creo que si mi padre viviera, anduviera más o menos por la edad del gabinete de AMLO, en ese mismo juego de hipótesis, si fuera el secretario de Gobernación, seguro que ya hubiera puesto en línea a los maestros de la CNTE, cuando fui niño y travieso no había diálogo, solo corrección.
Todo ser humano tiene un impacto sobre otro. Lo que hace la CNTE me afecta a mí aunque estén tan distantes como lo está Michoacán de Tamaulipas. Los paros y las huelgas me afectan aunque yo no soy ni obrero ni empresario. Es inevitable preguntarse cómo se arreglará todo este meollo en la que, en teoría, no se aplica la autoridad que en algún momento la mayoría de nosotros tuvimos con respecto a nuestros padres.
Por otro lado la redondez de la historia nos alcanza cotidianamente, las candidaturas a diputados locales en Tamaulipas para renovar nuestro Congreso ya está en puerta y los partidos políticos hacen sus ejercicios de calentamiento para aplicarse a ganar el voto ciudadano. Era poco probable que el PRI estuviera en la situación en que se encuentra hoy, sin gobiernos municipal, estatal ni federal. Ninguno de sus actuales diputados logró la candidatura para reelegirse. Dicen que a Anto Tovar no se la autorizaron por su derrota en las pasadas elecciones. La pregunta obligada es: ¿A qué le tiran Héctor, Lupito e Irma Azucena con un escenario así? Los años dorados del PRI en Tamaulipas ya son guirnaldas marchitas. Aquellos días en que se pensaba que nunca estarían como hoy están. Hoy la escuela de la vida nos demuestra que todo aquel que dice “nunca” en realidad no sabe de los recovecos de la vida e ignora cabalmente las vueltas y revueltas que nuestra existencia puede dar.
El PAN aparentemente activa su equidad de género en Matamoros, dos mujeres y un hombre como candidatos. Iveth Bermea y de ser cierto, la incomprensible candidatura de Verónica Salazar, que igual que Anto Tovar perdió, y quien ella misma lleva varias derrotas al hilo, sin embargo el criterio en el partido azul es diferente, aunque pierdas puedes volver a ser candidato. Veremos si se confirma esta candidatura. Y por último en este partido está la candidatura muy cantada de Héctor Escobar Salazar, actual secretario de Educación en el Estado, quien se estrena en estos caminos electorales.
Por su parte el partido Morena lanza su convocatoria para su asamblea el próximo lunes 18 de febrero con una característica muy moderna en la que se conmina a militantes y no militantes a sumarse a sus candidaturas. Pero por supuesto que algunos militantes han puesto el grito en el cielo pues se sienten desplazados y muchos de ellos creen tener los méritos suficientes para abanderar la esperanza de México en este intento por arrebatarle al PAN la mayoría en el Congreso local.
Y finalmente a Nueva Alianza le han permitido que se active como partido estatal. Seguramente veremos de candidato por alguno de los tres distritos en Matamoros al profesor Ulises Ruiz.
De esta forma los candidatos a las diputaciones locales deberán ser para el electorado, atrayentes cual un suave perfume que no nos cansamos de aspirar; como el perfume que en alguna entrevista percibí del entonces candidato, ahora presidente municipal Mario López, Invictus es la marca, de Paco Rabanne.
El tiempo hablará.