Hay que lidiarlo con resistencia

En su más reciente artículo, titulado Trump no es mi jefe, Jorge Ramos advierte que el nuevo presidente tiene una predilección especial por humillar y silenciar a periodistas de origen latino. Puso como ejemplos su propio caso, cuando lo enfrentó durante una conferencia en Dubuque, Iowa, durante la campaña presidencial; el del corresponsal de CNN, Jim Acosta, a quien Trump le impidió hacer una pregunta en su primera rueda de prensa y le soltó: “No te voy a permitir hacer una pregunta. Tú reportas noticias falsas”.

 

30/01/2017 – CIUDAD DE MÉXICO.- Identificado como uno de los mexicanos más influyentes en la comunidad latina de Estados Unidos y señalado por Donald Trump como uno de sus adversarios personales, el periodista Jorge Ramos, conductor del principal noticiario de Univision en los últimos 30 años, advierte: “El principal error que podemos cometer los medios y los periodistas es pretender la normalización de Trump”.
Desde su punto de vista, “nos equivocamos si creemos que Trump será un político normal, que va a respetar las reglas y las instituciones. Él es un político que insulta, miente, que es abiertamente racista y sexista. Y lo seguirá siendo”.
Se pregunta: “¿A cambio de qué se pretende tratar a Trump como un político normal? A cambio de acceso al poder”.
En entrevista vía telefónica con Proceso, Ramos subraya que actualmente existen “dos bandos” en el periodismo frente a Trump: por un lado, “los periodistas que buscan sólo el acceso a la Casa Blanca” y, por el otro, “los periodistas que lo estamos cuestionando”.
Añade: “El verdadero periodista no tiene que buscar sólo el acceso. Tiene que cuestionarlo, enfrentarlo a sus propias mentiras. Trump no está acostumbrado a que lo cuestionen”.
–¿Cómo lidiar entonces con Trump y su gobierno frente a estos dos bandos? ?–se le plantea.
–Con resistencia, desafíos y vigilancia. Hay que vigilarlo todo el tiempo. Trump no va a cambiar por el hecho de que haya llegado a la Casa Blanca.
–¿Es paradójico que en el país donde la prensa ha sido tradicionalmente crítica con sus presidentes, ahora llegue a la Casa Blanca alguien que ignora y menosprecia a la prensa?
–En América Latina estamos acostumbrados a este tipo de gobernantes que son como caudillos, de estilo autoritario. Trump me recuerda a los viejos políticos de la era del PRI, que no aceptaban cuestionamientos, o a mandatarios como Hugo Chávez o Nicolás Maduro, en Venezuela. Trump es un líder autoritario e intransigente.
“Los estadunidenses no están acostumbrados a un líder así. Trump se salta a la prensa a través de Twitter. En su reciente entrevista con Fox News dijo que si la prensa fuera honesta él no usaría el Twitter.
“Yo seguiré apostándole a la prensa que cuestiona, que lo investiga. En Estados Unidos venimos de una tradición maravillosa, como el Watergate o los periodistas del Boston Globe que investigaron los escándalos de pederastia. Esa tradición difícilmente se morirá con Trump.
“Lo que está sucediendo ahora es que Trump te obliga a tomar partido como periodista: o haces y dices lo que él quiere o lo cuestionas.”
En su más reciente artículo, titulado Trump no es mi jefe, Jorge Ramos advierte que el nuevo presidente tiene una predilección especial por humillar y silenciar a periodistas de origen latino. Puso como ejemplos su propio caso, cuando lo enfrentó durante una conferencia en Dubuque, Iowa, durante la campaña presidencial; el del corresponsal de CNN, Jim Acosta, a quien Trump le impidió hacer una pregunta en su primera rueda de prensa y le soltó: “No te voy a permitir hacer una pregunta. Tú reportas noticias falsas”. O el caso de Tom Llamas, de ABC News, a quien Trump calificó como “sinvergüenza” por preguntar sobre las donaciones sospechosas del magnate inmobiliario.
“Si Trump evita a un reportero o evade un tema, este es mi consejo para cualquier periodista: no le hagas caso a Trump y pregunta. Como lo hicieron Tom Llamas y Jim Acosta. Lo peor que te puede pasar es que te ataque, te insulte o te expulse del lugar”, escribió Ramos. En la entrevista se le pregunta:
–¿Percibes una diferencia entre la actitud agresiva o aguerrida de los reporteros frente a Trump y el de los dueños de las empresas mediáticas?
–Hay que esperar a ver cómo evoluciona esta situación. Lo que existe, en general, es un temor de las empresas a Trump. Le tienen mucho miedo a que los ataque a través de uno de sus tuits, como ha ocurrido con Toyota, con Ford o con la empresa Carrier de aires acondicionados.
–Trump, al igual que Obama, ha capitalizado el uso de las redes sociales. Y, sobre todo, el de Twitter. ¿Qué diferencias existen entre uno y otro estilo?
–Es un estilo nuevo el de Trump. No hay ninguna comparación con Obama. Para Trump el Twitter es una pistola, un sable para amenazar. En cambio, Obama usaba Facebook y Twitter al estilo de un profesor.
“Aquí tienes dos estilos muy diferentes: por un lado, tienes al profesor Obama que explica, que toma sus pausas al hablar, que es mesurado. Y ahora tienes a un Trump que es un presidente iracundo, amenazador, agresivo. Él va a utilizar las redes sociales y la televisión de la misma forma. Como lo hizo con su reality.”

“Nadie habla por México aquí”
Jorge Ramos también ha sido muy puntual e incisivo en su crítica hacia el gobierno de Enrique Peña Nieto. Expresó su apoyo a Carmen Aristegui y a su equipo de periodistas cuando fueron expulsados de MVS tras el reportaje La Casa Blanca de Peña Nieto. Ha señalado una y otra vez en televisión y en sus mensajes en redes sociales la corrupción del gobierno priista y su ineficacia.
Sobre la actitud del gobierno mexicano hacia Trump, Ramos es contundente: “Peña Nieto se agachó frente a Trump y se está equivocando ahora. Apaciguar el bullying de Trump no es la política adecuada. A un acosador hay que enfrentarlo de manera decidida, pero el gobierno de México ha decidido buscarlo y adoptar las buenas maneras. No van a cambiarlo. Desde junio de 2015, Trump escogió a México como su enemigo y lo seguirá haciendo.
“Peña Nieto tardó 265 días en responder a los insultos de Trump. Ahora, nadie está dando la batalla desde aquí. No hay un solo mensaje con la posición del gobierno mexicano. El mejor ejemplo de la presencia que debería tener la autoridad mexicana es cuando el gobierno de Carlos Salinas inundó las pantallas y los medios de Estados Unidos para explicar y defender las bondades del Tratado de Libre Comercio. Ahora nadie está haciendo eso en defensa del TLCAN y de los mexicanos.”
En Estados Unidos, añade, los mexicanos “estamos solos. No se oye a nadie. El gobierno mexicano es como si no existiera. Y lo peor es que tienes enfrente a un nuevo presidente necio, que va a insistir en que México le pague de alguna u otra manera el muro o renegocie el TLCAN.
“México se equivoca si cree que apaciguando a Trump va a lograr un mejor arreglo. Hay que demostrarle a Trump que si nos pega va a haber consecuencias.”

Agencias