Gaceta

Raúl Terrazas

07/11/17

Desarrollo urbano y reelección

Esta semana hay un tema en la que vale la pena ahondar, el Desarrollo Urbano, a partir del cual de lunes a viernes en las ciudades grandes de la entidad se revisarán documentos, planes y buscarán establecer líneas de acción que permitan avanzar a mayor velocidad en la materia.
El desarrollo urbano, es, hasta la fecha un porcentaje muy limitado de lo que en teoría debe existir. La razón es muy sencilla, cuando los políticos llegan a las alcaldías, lo primero que revisan es aquello que tienen a la mano para cumplir cada compromiso que hicieron con los ciudadanos en las campañas y que, por lo general se refiere a asuntos del desarrollo urbano.
Separadas las palabras, nos lleva a situaciones nada complicadas, porque desarrollo implica dinamismo, es la acción que lleva a un cambio, es sinónimo de evolución, es crecimiento y de muchas formas es organización.
Obvio, el desarrollo urbano como tal, es demasiado complejo y muy caro de realizar, porque implica planear el crecimiento, generar los servicios adecuados para que derive en mejor calidad de vida, se reduzcan los riesgos a la salud y se tomen en cuenta todos los elementos que impiden un desarrollo urbano adecuado.
Creemos que el abordaje debe ser integral, para que las cosas funcionen mejor, ya que, desde la óptica de los municipios, lograr el cumplimiento de los factores inherentes al desarrollo urbano, requiere de mucha inversión, si consideramos obras como drenaje, agua potable, pavimentación, mantenimiento de parques, plazas, jardines, panteones y servicios de recolección de basura, mantenimiento del alumbrado público y bacheo.
Desarrollo urbano es, además, la inclusión de infraestructura educativa, médica, deportiva y hasta de mercados en los municipios.
Que en la entidad se lleve a cabo la semana del desarrollo urbano, tiene un gran significado, sobre todo, si estarán con las autoridades municipales y las organizaciones de la sociedad civil de cada ciudad, especialistas en el tema que vienen de otras naciones y que, por tanto, traen una visión diferente a la que estamos acostumbrados.
Creemos que la experiencia será positiva, aunque, se corre el riesgo de que los presidentes municipales terminen espantados respecto a todo lo que les falta hacer, situación que, vista en positivo, les dará elementos suficientes para insistir con sus partidos políticos, sobre la necesidad, ahora sí imperiosa de reelegirse para cumplir las metas que se trazaron en materia de desarrollo urbano.
Hay documentos que contienen información valiosa para el desarrollo urbano, entre ellos, los que hablan del reordenamiento de las ciudades, para que no se hagan colonias donde tendrían que invertirse millones y millones de pesos para llevar los servicios básicos, cuando hay forma de que, la expansión de las ciudades salga más barato.
En Matamoros, donde, estuvo para el arranque de la Semana del Desarrollo Urbano el director de Planeación de la Secretaría del ramo, Ramiro González Garza, hizo ver que hace varios meses se esbozó la actividad, de ahí que, puede contarse con la presencia de expertos en planeación y movilidad de las ciudades.
No fue muy conciso en lo que se busca con las actividades de la semana, pero, hemos de pensar que la idea es reorientar el crecimiento de las ciudades y establecer prioridades, para que, de manera paulatina o planeada, porque no, se superen las complicaciones actuales de mal desarrollo urbano y que, en el futuro las autoridades marquen la pauta del desarrollo y se evite así la anarquía que agobia a la generalidad de ellas.
El desarrollo urbano es un gran tema que, si bien se analiza en una semana, tiene que continuarse, con la idea de reducir los efectos negativos que se generan a la población, entre los que ya se anotan hasta los psicológicos, porque la falta de planeación en el trazo de las ciudades, las incongruencias en el alineamiento de las calles, la falta de pavimentación, el exceso de baches, una movilidad en negativo, porque cada cual se mueve en función de lo que quiere, sin importar al resto de la población, hacen que las ciudades se convierta en sitios inadecuados para vivir bien.
El desarrollo urbano invita a la armonía en todos los sentidos, uso adecuado del suelo, porque de esa manera se evitan complicaciones sociales y define el rumbo de cada ciudad, por tanto, los actuales alcaldes, tendrán que reorientar sus baterías para trabajar más en este tema y entender que puede darles para la reelección en el cargo y desde luego para hacer un excelente papel en lo que les resta de esta administración y la que viene si ganan la reelección en las votaciones del primer domingo de julio del 2018.
El alcalde de Matamoros, Jesús de la Garza Díaz del Guante, fue muy claro al definir el desarrollo urbano, pues aseveró que es un entramado de actividades relativas a la circulación de flujos informativos al comercio, producción, las dimensiones culturales, los servicios, el hábitat mismo la interacción de las familias.
Bajo esa concepción y la perspectiva de la UNESCO en el sentido de que, para el 2030, el 609 por ciento de la población del mundo será urbana, que, en México ya lo es desde la década de los ochentas y que, para el 2015 ya andábamos casi en el 80 por ciento, desde luego que genera retos muy grandes para el desarrollo urbano.
Lo principal es que, los alcaldes y sus colaboradores no pueden perder de vista que, para un desarrollo urbano aceptable, se requiere de inversiones generosas de presupuesto y lo vemos en esta capital, donde todos los días hay una calle más pavimentada, más banquetas arregladas, más áreas verdes con buen mantenimiento y muchas horas de trabajo para mejorar la prestación de los servicios primarios que requieren los ciudadanos.
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente que tiene a su cargo el ingeniero Gilberto Estrella Hernández, es también responsable, por tanto, tiene que establecer una coordinación más efectiva con los municipios, basada en tres factores clave, apoyo con presupuesto etiquetado para el desarrollo urbano, generación de programas y planes especiales de reordenamiento urbano y equipamiento de las ciudades y desde luego una interacción efectiva con las organizaciones de la sociedad civil para que se sumen al proceso, pero, que lo hayan ya, para que las ciudades dejen de ser anarquía y caos.