Gaceta

Raúl Terrazas

4/12/15

Cero oferta de candidatos independientes

Que las candidaturas independientes harán diferente la elección local que sigue en Tamaulipas, es una de las afirmaciones que andan en la calle.
Sin embargo la figura de prospectos que puedan registrarse para ir a las urnas, no corresponden a la expectativa de que vivimos en el proceso del pasado mes de junio, cuando en Nuevo León o Sinaloa, dos personajes pusieron en jaque a los partidos políticos.
En el escenario nuestro, a lo mejor las cosas tuvieran ya en ingrediente extra, por la vía de las candidaturas independientes si el matamorense Gustavo Cárdenas Gutiérrez, se hubiese quedado fuera del PAN y no en la dirigencia del Partido Movimiento Ciudadano, porque eso le convertiría en el prospecto idóneo sin membrete.
Además, cumpliría su sueño de ser por enésima vez candidato a la gubernatura, aunque las posibilidades de triunfo jamás estarían al nivel de Jaime Rodríguez Calderón en Nuevo León, por una diferencia bien sencilla, éste último llevó del priísta y Cárdenas Gutiérrez lo habría del panismo.
Quizá debamos ir a lo radical de las candidaturas independientes, es decir, son la negación de los partidos, porque al inscribirse en la Legislación Mexicana y de las Entidades Federativas, se dejó la puerta abierta a los ciudadanos para lanzarse sin partidos, cuando la democracia en este país estaba diseñada para que el acceso al poder público fuese a través de los partidos.
El argumento que se tuvo para la inclusión en la Ley fue, dar cabida a las voces que reclamaban espacios en las candidaturas sin partidos, sin embargo, debemos de inferir que los legisladores provenientes de partidos políticos, jamás pensaron que los candidatos independientes florecieran, de tal forma que ahora son los partidos mismos los que buscarán una mayor regulación para esa forma de acceso a los cargos públicos, en el entendido de que los más dicen que las candidaturas independientes llegaron para quedarse en la política mexicana.
La demanda de candidaturas independientes y los resultados electorales en el proceso federal reciente, colocan en el terreno de las realidades este tipo de figura, que en automático exige más a los partidos políticos, porque eleva el nivel de competencia y hace que aparezca la posibilidad de triunfo en un escenario en el cual, más de la mitad de los partidos solo iba por espacios plurinominales para asegurar recursos de los Institutos Electorales.
Queda claro que las candidaturas independientes ponen en jaque a los partidos políticos, sin embargo, en entidades como Tamaulipas, los dirigentes partidistas no lo siente así, es más, da la impresión de que ni les preocupa.
A lo mejor porque ven difícil que sea desde sus filas de donde salgan candidatos que les hagan la vida de cuadritos en calidad de independientes, pero, además en la escena estatal, cuando menos hasta ahora, no se distingue a personas que puedan jugar un papel significativo como lo hizo en Nuevo León, Rodríguez Calderón o en Sinaloa, Manuel Clouthier Jr., que ganaron en las urnas los cargos que ahora tienen.
Si lo analizamos por partido, de los aspirantes que tiene el PAN, resulta muy difícil imaginar que alguno de ellos se transforme en independiente y mucho más que suceda desde las filas del PRI, porque todos los que quieren ya dijeron ya juraron y perjuraron que no traicionarán a su partido por la calentura de una candidatura independiente.
En el caso de los del PRI, todos han dicho que se sumarán al que quede, sin broncas y resabios, construirán por tanto una verdadera candidatura de unidad.
Del resto de los partidos políticos, es muy difícil que algún inconforme se convierta en candidato independiente, si consideramos que lo que no hay es de donde salgan, incluso debemos ser muy prácticos y pensar que, como ha sucedido en proceso para la sucesión del Gobierno de la entidad, cuando llega la hora de la verdad, los partidos minoritarios ofertan sus membretes a los inconformes del PRI y del PAN para que obtengan venganza porque no resultaron los agraciados con la nominación.
A lo mejor del único que puede hablarse con seguridad para que se convierta en candidato independiente es del diputado y doctor Alfonso de León Perales, quien según esto le trae ganas a la silla gubernamental.
Es inimaginable que, de entre Enrique Cárdenas del Avellano, Mercedes Guillén Vicente, Baltazar Hinojosa Ochoa, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Alejandro Etienne Llano, Alejandro Guevara Cobos, Edgardo Melhem Salinas, Ramiro Ramos Salinas y Óscar Luebbert Gutiérrez, pueda surgir un candidato independiente.
Tampoco será de entre Leticia Salazar Vázquez, Maki Ortiz Domínguez, Carlos Cantú Villarreal o Francisco García Cabeza de Vaca.
Quizá solo debamos recordar que en el caso del PRI en procesos locales anteriores, algunos de los que andaban entusiasmados con la candidatura tricolor, terminaron en el ridículo pintados de otros colores y pese a considerarse como gente productora de votos, no lograron que los porcentajes de los partidos por los que se fueron subieran en lo más mínimo. Cuándo Álvaro Garza Cantú lo hizo por el PRD, la votación general de ese partido, el porcentaje de votación apenas superó al siete por ciento, cuando la expectativa será el doble o hasta el triple, según esto porque el ex priísta le haría sombra al del tricolor.
Como hay elecciones en 13 entidades del país las candidaturas independientes están en el escenario público y en la agenda de los medios de comunicación.
Son una alternativa legal y como tal puede usarse, solo, quienes pretendan ser candidato independientes deben de cumplir con las reglas, bajo la premisa de que en nuestro país, los partidos políticos tienen un gran rechazo social, ya que, según las encuestas menos del 20 por ciento de los ciudadanos se muestra conforme con el sistema de partidos.
Todavía hay varias semanas de por medio para darnos cuenta si el hartazgo que tiene la gente de los partidos políticos deriva en candidaturas independientes en la entidad, ya sea para la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales, porque si no es así, vale la pena considerar la propuesta de cambios en la Legislación del 2018 y las subsecuentes locales, para hacer más difícil el acceso a los independientes, puesto que, son la negación de los partidos como organizaciones de interés público.
Por lo pronto, una de las cosas que pueden decir los priístas de Tamaulipas a su dirigente nacional, Manlio Beltrones Rivera, ahora que venga para presidir una reunión del Consejo Político Estatal, es que las candidaturas independientes no serán amenaza para las elecciones de junio venidero, cosa que corresponde hacer al presidente del comité estatal, Rafael González Benavides.