Gaceta

Raúl Terrazas

3/12/15

La infraestructura verde

Lo que son las cosas, mientras en muchas ciudades de Tamaulipas todavía no supera la calamidad de los baches, en otras del norte del país, como Ciudad Juárez, Chihuahua, andan en la búsqueda de infraestructura verde y el manejo adecuado de las aguas pluviales como detonadores del desarrollo económico y turístico.
Nada más de entrada, hemos de decir que se trata de esquemas diferentes, porque los responsables de los gobiernos municipales trabajan para invertir en el desarrollo urbano de las ciudades, algo a lo que nosotros no estamos acostumbrados, en virtud de que, a demandas ciudadanas como compostura de calles y alumbrado público se les saca la vuelta.
Qué es esto de la infraestructura verde, es una estrategia que involucra acciones y técnicas con las cuales se puede mejorar el funcionamiento de los ecosistemas urbanos, armonizar fenómenos como la lluvia, la vegetación y la superficie, de manera que, en lugar de convertirse en problema, se conviertan en la oportunidad para cambiar la fisionomía de las ciudades, impulsar el desarrollo económico y abrir las puertas al turismo.
Cada vez que llueve en forma atípica, en todas las ciudades del Estado, hay problemas en vez de oportunidades para resolver desde asuntos ambientales hasta la calidad de vida de los ciudadanos.
La experta Ana Córdoba, investigadora del Colegio de la Frontera Norte, presentó en un seminario realizado hace unas semanas en Ciudad Juárez, Chihuahua, hizo ver que la introducción de infraestructura verde genera beneficios sociales, ambientales, económicos, mejor imagen urbana, contribuye a la paz social y al desarrollo económico, esferas que hacen a la ciudad más atractiva y amigable para visitantes.
Con la adopción de la infraestructura verde para el desarrollo urbano se pueden analizar los graves efectos de la contaminación del aire, producto de un inadecuado manejo del suelo y de los sistemas vitales de la ciudad y revertirlos.
Las lluvias torrenciales ponen en evidencia lo urgente del ordenamiento territorial y la necesidad de que la población adquiera conciencia de protección civil, sin embargo, por ser necesarias obras que requieren inversiones considerables, tales como drenes, contenciones y movimientos de tierras fuera de las zonas urbanas, se dejan de lado, para ir directo a tratar de reparar los daños ocasionados a la población, como sucedió hace unas semanas en Matamoros y cuyo problema de inundaciones se deben a lo anárquico del ordenamiento de las zonas habitacionales.
Los mismito sucede en Reynosa, cuyas emergencias se resuelven con el uso de equipos de bombeo propiedad de la CONAGUA, para sacar el agua de las colonias inundadas, cuando todos sabemos que la inundación de una zona, se debe a que no se cuida la importancia de la construcción de drenes pluviales para el desalojo de las aguas de lluvia.
Por otro lado, la infraestructura verde tiene una gran relación con las áreas verdes y espacios para la convivencia social, como los Parques de Barrio, de los cuales sí hay muchos en las ciudades de la entidad y que responden a una estrategia para la recuperación de espacios ociosos par convertirles en áreas verdes.
Quienes manejan los conceptos de infraestructura verde están ciertos de que, al actuar en favor del agua, la tierra y las plantas, el futuro es más prometedor.
Actuar en su contra es poner en riesgo físico a las personas al tratarse del agua por las inundaciones que genera, y contra la salud pública, porque se dañan los entornos y eso puede ocasionar un incremento en la carga de enfermedad, es el caso de ambientes en los que hay contaminación del aire, puesto que, de forma inmediata la cantidad de enfermedades respiratorias agudas se incrementa.
Habrá que levantar la voz y la mano para apoyar el establecimiento de infraestructura verde, porque se tiene el plus de lograr que las personas actúen con mayor responsabilidad hacia el medio, máxime cuando los expertos han señalado que hay la normatividad y marco jurídico adecuado para soportar las acciones que puedan contemplarse en una estrategia de desarrollo urbano conectada con la creación de entornos saludables.
Desde luego, no imaginamos a todavía a los ambientalistas del Gobierno de la entidad señalar el rumbo que las inversiones para el desarrollo urbano deben de tomar, en el entendido de que, sería lo mejor que puede suceder en Tamaulipas.
Si ya sabemos que las inundaciones en muchas ciudades de la entidad se deben a ordenamientos urbanos deficientes, lo mejor sería hacer caso al cauce que siguen las corrientes de agua para evitar que en ese trayecto o cerca de los sitios de descarga se establezcan desarrollos habitaciones y el mejor ejemplo es Matamoros, porque de manera literal, un fraccionamiento de interés social quedó aislado, porque la tierra arable en la que se construyó está ubicada en un pozo natural, para el que nunca se previeron obras de desagüe debido al alto costo que representaban para la empresa urbanizadora.
Para la realización de obras de infraestructura verde, varias agencias norteamericanas y el Banco de Desarrollo de América del Norte, están más puestos que un calcetín, solo hay que llevar proyectos bien soportados, para que Comisión de Cooperación Ecológica de la Frontera, la Agencia Ambiental de los Estados Unidos y la SEMARNAT de México, puedan entrarle con recursos para mejorar la calidad de vida de las personas y con ello la reducción de riesgos por inundaciones.
Hace unos días terminó la temporada de huracanes, el lunes para ser exactos y para fortuna de los tamaulipecos, no los hubo como en años anteriores, lo más drástico fueron las lluvias atípicas de Matamoros y Reynosa, pero, en junio del año que viene el evento se repite y sería una buena noticia que en esas dos ciudades de la frontera, se trabaje en obras como las de Tampico, encaminadas con precisión a encauzar de manera adecuada el agua que dejan las lluvias.
El recuento de los daños que pueda realizar la Coordinación Estatal de Protección Civil que tiene a su cargo Medardo Sánchez Albarrán, no es grave, mejor dicho fue benévolo, porque en realidad los huracanes no hicieron su aparición, pero, el funcionario sabe mejor que nadie del riesgo en que se encuentran miles de familias debido a los serios problemas de ordenamiento urbano, porque hay inundaciones donde no las debe de haber.
Incluso, podríamos decir que existen porque la autoridades dejan que así suceda y que, cuando se genere algún problema que se resuelva en ese momento y sin responsabilidad para quienes no lo previeron.