Desafío

*Final a Cuchilladas
*Ataques Cibernéticos

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23/05/2018 – No crecen los números de los candidatos a la Presidencia y en las entidades federales que renovarán gubernaturas sólo se observa un sorprendente repunte de los abanderados de Morena en regiones donde dominaba el PAN, excepto en Guanajuato y Yucatán en donde se encaminan, salvo se hay fraudes monumentales, a sendas victorias de la derecha. Sorprende, en tanto, la crecida de Cuitláhuac García en Yuneslandia y de Miguel Barbosa en Puebla y hasta en Jalisco, donde sigue arriba Enrique Alfaro Ramírez, del Movimiento Ciudadano y ex alcalde de Guadalajara, comienza a ganar puntos el abanderado de Morena, Carlos Lomelí Bolaños, denunciado por sus adversarios por presuntos vínculos con el narcotráfico, como si esta condición fuera exclusiva de este candidato y su partido. Cuchilladas.
A estas alturas, los debates sólo han arrojado sospechas de unos contra otros sin que tales tengan seguimiento, de verdad, en los ministerios públicos o en las distintas procuradurías, sean estatales o la federal. De hecho, buena parte de los candidatos ya están criminalizados y, por desgracia, priva la sensación de que para poder avanzar es necesario el visto bueno del crimen organizado, de los grandes “capos” para no usar eufemismos, que han posibilitado el movimiento de los aspirantes por todo el país sin mayores obstáculos. Si todo está en paz, me dicen…
Pero la realidad es otra: la furia se ha volcado contra los periodistas que, terca y valientemente, no se someten aunque ya sumen ocho los asesinatos contra informadores en lo que va de este 2018 y veintidós desde marzo de 2017. Una cifra brutal sólo explicable en naciones en guerra abierta, como Siria o Irán, en donde mueren menos periodistas aunque la población sea masacrada al estilo de la infernal franca de Gaza en donde uno y otro bando –israelitas y palestinos- se lanzan acusaciones mutuas, se dicen agraviados por los asesinatos… aunque los misiles caigan solo del lado palestino, a pesar de las descalificaciones de la muy grande comunidad judía. (Ahora, a esperar los linchamientos de quienes ven todo en blanco y negro).
La realidad, en México, es que el establishment parece encontrarse en una coyuntura bajo el peso de una sociedad mejor informada y comunicada, en buena parte gracias a las redes sociales, pero igualmente deformada por la misma vía. Es una moneda de dos caras que puede llevarnos a la bancarrota política si se atreven, los operadores del Estado, a conducirnos hacia un nuevo fraude electoral con el abono de las intervenciones cibernéticas de Rusia o la Casa Blanca o de ambas.
De lo anterior sabe mucho Luis Videgaray Caso, el primero que deberá responder, al término de la contienda, desde el dos de julio mismo, sobre el particular a riesgo que, de no hacerlo, opte por un linchamiento popular al lado de su protector, enrique peña quien despertó la esperanza, hace seis años, para finiquitar los abusos y la torpeza de las administraciones de la derecha para luego sumarse a ellas.
Lo dicho: vamos a terminar la justa a cuchilladas; y los periodistas seremos los primeros blancos.
La Anécdota
No nos engañemos. El reciente ataque cibernético contra los bancos que ocasionó la “desaparición” de cuatrocientos millones de pesos, cuando menos, es un aviso clarísimo de hasta donde pueden penetrar los llamados “hackers” en los sistemas de seguridad más sofisticados del país aunque vayamos con retraso en otros renglones.
Es aviso, sí, que los hackers han tomado inusitada presencia y fuerza entre nosotros y, al parecer, pueden estar listos para robar, ya no los cientos de millones de pesos, sino cuatro o cinco millones de votos para hacerlos cambiar de carril consumándose, como en 2006 cuando ocurrió por primera vez, el mayor de los fraudes comiciales de todos los tiempos.
Pero sucede que todos los futuros votantes ya están advertidos y no cederán ante las cifras manipuladas. Y en esta condición puede radicar la diferencia.