Desafío

*Fastos Electorales
*La Pobreza de fox

1/05/2018 – En este momento, nacen muchos más pobres en México. De acuerdo a las cifras oficiales, siempre ambivalentes, ahora mismo el 43.6 por ciento de la población vive bajo estándares de miseria, esto es 53 millones 400 mil compatriotas lacerados, sobre todo, por la brutal desigualdad social, la corrupción que favorece a la nueva aristocracia y la amición sin freno de un puñado de sujetos –Slim, Larrea Mota-Velasco, Baillères, Salinas Pliego, etcétera-, que han medrado con las minas, como prestanombres incluso de las empresas canadienses usureras, las comunicaciones y las multinacionales de alimentos y bebidas, que en conjunto mantienen a la sociedad en estado de indefensión frente al gobierno y sus cómplices.
Fíjense en una de las turbiedades mayores: en las célebres listas de Forbes no figura, entre los más adinerados del país y del mundo, ninguno de los nefastos ex presidentes de la República, algunos de los cuales se dicen limitados pero viajan en clase Premier, ofenden a quienes les encaran por sus latrocinios y no dejan de hablar buscando la manera de conservar altísimas pensiones a costa de denigrar ideologías –si alguna vez las tuvieron- y dignidad personal. Son pobres, eso sí, de espíritu y ateos en cuanto a la moral que usan a Dios, comenzando con el Papa, cuando les conviene políticamente.
Todavía, por ejemplo, estoy esperando la reacción de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el aserto infeliz de Conán, El Bárbaro de Nuevo León, ¡quien podría retornar en calidad de gobernador a su entidad una vez que fracase como aspirante presidencial -¡pobres norteños; no lo merecen!-, acerca de “mocharles las manos” a los corruptos. ¿Y por qué no crucificarlos o mandarlos a la horca, la silla eléctrica o la cámara de gas para seguir el ejemplo de los “impolutos” estadounidenses a quienes tanto admira el de la banda de las manos cortadas?
La tolerancia a este exabrupto grosero es generar, desde ahora, una violencia inaudita. ¿Cuántos regiomontanos se quedarán mochos ahora que vuelva Conan? ¿Y cuántos más serán víctimas de linchadores que apliquen, per se, la fórmula del bárbaro? Por eso, claro, no puede dejarse pasar tal inmundicia salpicada de un sadismo in extremis y de una deformación mental que lo convierte en algo así como un psicópata capaz de convertirse, en un santiamén, en un vulgar cuatrero con todo y su sombrero y sus botas adquiridas con peculios del PRI?
Lo mismo va para los aspirantes –sobre todo Meade y Anaya- que acusaron con vehemencia y papelitos que no se podían ver ni leer –ler en el idioma priista-, más falsos que un billete de a peso, de aquellos antiguos con la imagen del calendario azteca que los enfermos de poder convirtieron en la piedra de los sacrificios. De no corroborar sus señalamientos, deben ser acusados por pervertir al colectivo con un rosario de mentiras.
Pero no; en México, alegan las viejitas de vecindad, jamás pasa nada. Ni que Andrés pierda los debates y, en lugar de bajar, suba en las encuestas. Su ventaja es irreversible y los tigres están despiertos.
La Anécdota
Fue el miserable fox quien se solaza al predicar que él bajó la pobreza en el país. Lo que hizo el farsante es, de golpe, considerar que quienes ganaban entre uno y dos dólares al día dejaran de ser señalados como atrapados por la miseria extrema, dado que con más de un dólar podrían resolver sus necesidades básicas –esto es con casi veinte pesos en la actualidad-, como el vestido, el techo y la alimentación. Con trabajo podrían pagar un boleto de ida y vuelta del metro y conformarse con nutrirse con unas papa fritas.
Posiblemente, el “señor sin pensiones” podrá demostrar su argumento si se le arroja a la condición de trabajador y no de vividor a expensas de un patrimonio que redujo dejando escapar seis años de historia en medio de los chillidos de su mujer –prefirió quedarse con él a ir sola por el mundo-, y los abrazos, pocos, de sus fanáticos, los de la ignorancia a priori y a posteriori esto es antes y después de su infame sexenio.