DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

Armando Fuentes

04/06/2017

CIUDAD DE MÉXICO 3-Jun .- Nayaritas, mexiquenses, veracruzanos, coahuilenses: ¡a votar!… Nalgarina Grandchichier, vedette de moda, se topó con una amiga que le dijo: «Supe que don Crésido, aquel ricacho que te cortejaba, perdió su dinero, su yate, su hotel en Nueva York, su edificio de departamentos en Miami, su villa en la Toscana y su casa en Saltillo. ¿Por qué perdió todos esos bienes?». Explicó Nalgarina: «Celos». «¿Celos?» -repitió la amiga sin entender. «Sí -confirmó la vedette-. Se los quité». Susiflor es una chica guapa, inteligente y culta. Alguna vez don Petronio, vecino suyo, le dijo un piropo muy galano. Iba ella caminando por el parque y sintió que alguien la seguía. Volvió la vista: era don Petronio. Le preguntó Susiflor al mismo tiempo extrañada y divertida: «¿Por qué me sigue usted, don Petro?». Respondió el señor: «Es que no sabía si ir atrás de usted y gozar de la vista o alcanzarla y gozar de la conversación». Pues bien: un majadero tipo asediaba en una fiesta a Susiflor. Creyendo impresionarla le dijo: «Has de saber, chulita, que pertenezco a la Sociedad Protectora de Animales». Inquirió Susiflor: «¿Protector o protegido?». Don Valetu di Nario, señor de muchos almanaques, solicitó ser admitido en la Sociedad Mutualista Antonio Ocaso, de la cual formaban parte caballeros pertenecientes a la tercera edad (y a la cuarta, y a la quinta, y a la sexta). El secretario de la agrupación le advirtió: «Debe usted saber que nuestros estatutos prohíben que aquí se hable de política y de religión. Esos temas provocan discusiones ásperas que deseamos evitar. Por la misma razón se nos impide igualmente hablar de deportes, en especial de futbol. Tampoco hablamos de sexo». Don Valetu se asombró: «¿También el sexo provoca discusiones?». «No -aclaró el secretario-. De sexo no hablamos porque ya no nos acordamos». Himenia Camafría, madura señorita soltera, acudió a la consulta del doctor Duerf, célebre psiquiatra. Le contó: «Desde hace tiempo me ha dado por creerme gallina». «Insólito desdoblamiento de la personalidad es ése -sentenció, cogitabundo, el analista-. Creo, sin embargo, que le puedo quitar tal obsesión». «No me la quite -le pidió la señorita Himenia-. Más bien presénteme a alguno de sus pacientes que se crea gallo». En una reunión social un individuo acosaba al padre Arsilio con una pregunta: «¿Qué piensa usted del celibato sacerdotal?». El buen sacerdote trataba de evadir la cuestión a fin de no entrar en uno de esos debates en que se pone mucho fuego pero muy poca luz. Al final, empero, hubo de ceder ante la pertinacia del sujeto. Le respondió: «Mira, hijo: cuando me voy a la cama por la noche lamento lo del celibato; pero cuando me levanto en la mañana le doy gracias al Señor por él». Un agente vendedor trataba de venderle a un posible cliente un programa de computadora que, le aseguró, podía responder cualquier pregunta que se le hiciera. «¿Ah sí? -lo retó, escéptico, el presunto comprador-. A ver: pregúntele dónde está mi padre». Tecleó la pregunta el vendedor y de inmediato apareció la respuesta en la pantalla: «En este momento su padre está pescando truchas en el río Fishy». «¡Vaya programa! -se burló el tipo-. ¡Mi padre murió hace 20 años!». El vendedor se desconcertó. «No entiendo -dijo-. Es la primera vez que veo que el programa falla. Intentaré otra vez, pero ahora planteando la pregunta en otra forma». Tecleó entonces: «¿Dónde está el esposo de la madre del señor?». La pantalla mostró la nueva respuesta: «El esposo de la madre del señor murió hace 20 años. Su padre acaba de pescar una trucha de 2 kilos». FIN.

MIRADOR

Historias de la creación del mundo.
Adán le preguntó al Creador:
-Señor: sé bien que hiciste el paraíso. Pero ¿hiciste también el infierno?
Respondió Él:
-Yo no hago infiernos. Ustedes serán quienes los hagan
Insistió el hombre:
-¿Entonces no hiciste el infierno?
Repitió el Señor:
-Ya te dije que no. Pero desde ahora veo cómo se comportarán los hombres; miro sus odios, sus crímenes, sus guerras, sus infinitas formas de violencia, y pienso que eso del infierno a lo mejor no habría sido mala idea.
¡Hasta mañana!…

MANGANITAS

«. Elecciones.».
Por todo lo que he observado,
de compras de votación,
dudo si es una elección
o más bien es un mercado.