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17/11/2018 – Desde la llegada de los hondureños a Tijuana la ciudadanía está dividida; algunos dicen no tener problemas con su estancia y los quieren apoyar, pero otros están furiosos con su presencia pues los acusan de pandilleros, ladrones y hasta violadores.
Desde su llegada a tierras californianas el pasado miércoles 14 de noviembre, los integrantes de la caravana fueron víctimas de agresiones: insultos, golpes, empujones y hasta pedradas. Para evitar más agresiones y peores enfrentamientos, los centroamericanos que dormían aquella noche en las playas fronterizas tuvieron que ser enviados a albergues temporales, pero el enojo de los habitantes de esta ciudad migrante no ha cesado. Para los inconformes, los integrantes de las caravanas son maras, personas sucias y hasta violadores.
“A mí me da mucho miedo que ellos estén aquí, no sé si me va a pasar algo o a mis vecinos. Imagine que se quieran meter a un negocio a robar o quieran abusar de una persona. Eso me preocupa”, expresa María de Jesús, dueña de una tintorería ubicada frente al ayuntamiento.
En esta ciudad fronteriza, los ciudadanos dicen que su inconformidad no es contra la migración, sino por la forma en la que estas caravanas llegaron a territorio mexicano. Aseguran que en lugar de pedir permiso y hacerlo conforme a la ley, «llegaron y patearon la puerta y eso ya los hace unos delincuentes”, cuenta con rostro enojado Emilio Zúñiga, un comerciante de origen guanajuatense que lleva más de 20 años asentado en Tijuana.
En redes sociales habitantes de esta ciudad crearon la página “Tijuana en contra de la caravana migrante”, un grupo en Facebook con más de 3 mil 700 participantes en el que convocan a una marcha para el próximo domingo 18.
Ahí, las personas expresan odio y repudio contra migrantes; inclusive cuentan sus planes para correrlos o agredirlos el día de la marcha. Algunos otros, por ejemplo invitan a sus lectores a llevar comida con veneno a los albergues, mientras que otros amenazan con lanzarles bombas molotov e inclusive balazos.
SON EXPRESIONES
Estas afirmaciones se replican en grupos de WhatsApp y difunden rumores sobre los migrantes y los intercambian. Los mensajes también son violentos: “Migrantes asesinan a joven en la frontera”, “Migrantes llaman perros a los mexicanos”, “Hondureños exigen más comida y trabajo” y “Centroamericanos están saqueando una tienda”.
Al respecto las autoridades señalan que no pueden hacer nada contra ese tipo de expresiones, pues en su tierra, dicen, “todos son libres de expresarse a favor o en contra”, o al menos eso dijo Francisco Rueda, secretario general del gobierno estatal.
“Lo que pasa es que los bajacalifornianos son muy celosos de su orden y se molestan cuando alguien viene y genera un ambiente de no armonía. Aun así, nosotros seguiremos esa marcha el domingo para evitar que actos violentos como los del miércoles se repitan”, comentó el funcionario.
Agencias
