Campaña contra la comida chatarra será una prioridad presupuestaria: AMLO

El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que dentro de las prioridades presupuestarias para elevar la calidad de salud, que contarán con un agregado presupuestal de 40 mil millones de pesos, se acabará con el cuadro básico y se lanzarán campañas contra la comida chatarra.

Habrá una campaña en radio y televisión, en los horarios oficiales, contra la comida chatarra y lo que denominó «las aguas puercas» como parte de la estrategia para combatir la obesidad y sobrepeso que afecta a 70 por ciento de los mexicanos.

Los hospitales del sector salud, estatales y del IMSS Bienestar contarán con la vigilancia de Alejandro Calderón para evitar desabasto de medicamentos y habrá mejora en la infraestructura a cargo de Carlos Sánchez, además de que se buscarán basificar a los médicos y enfermeras.

“Son más de 80 mil por honorarios y por contratos, nada de recomendados sino que se empezará con los de mayor antigüedad”, dijo en la gira por el hospital rural de Hidalgo, en Tamaulipas.

Indicó que se fomentará una campaña en específico de prevención contra las drogas que son «elaboradas con veneno y raticidas, afectando aún más a los jóvenes y familias». Y comentó que se fomentará la industria eléctrica y petrolera

Respecto a las trasferencias a jóvenes y a dependencias escolares, el Presidente precisó que se harán a través de tarjetas bancarias.

Rechazó caer en demagogia y retórica cuando insiste en «acabar con la corrupción», por el contrario será su misión y es algo que «tiene claro hasta cuando duerme».

«La transformación se llevará de manera pacífica, pero no por encima sino que será profunda. Vamos a arrancar el régimen corrupto, de injusticias de manera pacífica porque durante la Revolución murieron un millón de mexicanos y no se logró acabar con ese cáncer», añadió.

López Obrador recordó que se reúne a diario con su equipo de seguridad para establecer los datos estadísticos certeros para tomar decisiones sobre homicidios, extorsiones, secuestros, robo a transporte y actos de violencia.

«No había datos de homicidios; los presidentes delegaban a otros y recogían esos datos como estadística, no para tomar decisiones, porque no llegamos aquí para ser cómplices y alcahuetes, venimos a poner orden y se dejará esa imagen de político acomplejados y fantoches», concluyó.

Agencias