Bendicen su amor ante Dios Ing. Marco Antonio y Martha Isela

21/05/2016 – Cristalinas aguas alimentadas por una bonita cascada bordeaban la elegante plataforma dispuesta para celebrar la ceremonia religiosa donde el Ing. Marco Antonio Herrera y la bella Srita. Martha Isela Fernández Zamora consagraron su amor delante de Dios y de la gran cantidad de testigos presentes.

El cuarteto de cuerdas tocaba una delicada melodía cuando el gallardo Ing. Marco Antonio acompañado de su mamá, la Sra. Marcela Herrera Rodríguez, enfilaron hacia el altar, iniciando la maravillosa procesión al encuentro del amor, seguido de la bella pajecita de los pétalos, las damas de honor y padrinos, cerrando majestuosa, sonriente, con la gracia del cisne, la guapa novia Martha Isela con su padre, Sr. Juan Ariel Hernández Díaz, quien la entregó en el altar en medio de una nutrida lluvia de aplausos. El pastor Hugo Montoya Santoyo inició citando el salmo 127: 1 “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”, tomándolo de base para consagrar esta unión, y a la vez explicando los significados de las arras, cojines, lazo y anillos, para concluir bendiciendo a la pareja en el nombre de Dios, momento solemne fue cuando invitó a los padres de los contrayentes, Sr. Juan Ariel Hernández Díaz y Sra. Rebeca Zamora Mendoza, y Sr. Isidro Herrera García (+) y Sra. Marcela Herrera Rodríguez, a acompañarlos en su primera oración como matrimonio.

El majestuoso salón Castillo de Gerry fue el marco perfecto para celebrar esta unión, en el que se dispusieron elegantes adornos en cada una de las mesas, para recibir a la gran cantidad de familiares y amigos que se reunieron y participar de la alegría del Ing. Marco Antonio y Martha Isela, quienes fueron recibidos con una gran algarabía. El festejo dio inicio con el tradicional vals entre los novios, posteriormente fueron sorprendidos con las mexicanas notas del mariachi “Viva México”, exaltando aún más el regocijo de los presentes, los Texanitos del Norte estuvieron a cargo de amenizar el baile después de la riquísima cena que se ofreció.

Martín Cordero / Eder Ortiz