Alertan por el peligro de severa inundación

3/08/2016 – Reynosa.- La temporada de huracanes 2016 en el Atlántico es atípica. Inició el 1 de junio y terminará el 30 de noviembre. Los servicios de meteorología esperaban un promedio de 13 tormentas tropicales, de los cuales, 5 serían de baja intensidad y 2 de mayor categoría.

Época de huracanes
Es atípica porque la primera tormenta tropical se formó en el mes de enero, «Alex», seguida por «Bonnie», en mayo, «Colin» y «Danielle» en junio. En lo que va de julio, sólo se han formado depresiones de escasa importancia. La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) asegura que los ciclones de mayor intensidad se presentan durante los meses de julio y agosto. CILA también asegura que Reynosa se encuentra bajo un enorme riesgo de sufrir inundaciones por la configuración hidráulica de la cuenca del río Bravo, aguas abajo de la presa derivadora Anzaldúas.

Los peligros
La llanura de inundación está delimitada por los bordos de contención del canal Anzaldúas y el del río, por el lado mexicano; por el lado americano, el bordo que protege la zona urbana de Hidalgo, Texas, converge en el puente internacional, y después de ese punto se vuelve a ampliar. Este embudo, comentó David Negrete Arroyo, representante de CILA en Reynosa, pone en riesgo constante a más de cinco mil familias que viven en zonas cercanas al río. Mujeres, niños, hombres y ancianos que viven en colonias como la Carmen Serdán, Álvaro Obregón, Ferrocarril, Manuel Tárrega, Praderas de Oriente, El Banco, Corrales, El Chorizo y otras más, deben ser desalojadas cuanto antes,-de acuerdo con la recomendación emitida por CILA.

Embudo
La mecánica de fluidos nos enseña que un líquido adquiere mayor velocidad cuando pasa por un sitio más estrecho. Si la llanura de inundación del río fuera un tubo, tendría un ensanchamiento a la altura del Puente Internacional Hidalgo, por la estructura de los bordos de contención de ambos lados, que forman un embudo. «Si te fijas -dijo el funcionario señalando un plano de Reynosa-, el río forma aquí un embudo. Está ancha la zona de inundación, tal vez aquí la lámina de agua se extienda, pero aquí se reduce y, ¿qué crees tú que va a pasar? Todo esto se va a remansar, a agarrar más velocidad. Entre más angosto, la velocidad es más rápida. ¡Mira el cuello de botella que tenemos aquí, en los puentes!» En su oficina de CILA, Negrete Arroyo dio una amplia explicación de los riesgos que corren las más de cinco mil familias que se asentaron en lugares no aptos para construir. En el plano proyectado en una pantalla, señala una extensa superficie de color verde que corre a lo largo de la trayectoria del río. «Esta es la zona de no obstrucciones o zona de inundación; en esta zona el bordo viene siendo el bordo del canal Anzaldúas. Se hizo un bordo que protegiera la ciudad en esta parte de aquí. Estamos viendo una invasión que está dentro de la zona de inundación. Tenemos casas, tenemos escuelas, tenemos albergues», dijo, mientras señalaba la parte de la colonia Carmen Serdán, la Ferrocarril y todos los asentamientos ubicados al norte del canal Anzaldúas y al poniente del bordo del río Bravo. Negrete reveló que a lo largo del río, cerca del cauce principal, hay asentamientos humanos, hay instalaciones de la Aduana y hasta centros de convenciones.

Agencias