Trump y Biden «son lo mismo, no tienen vergüenza», afirma el líder supremo de Irán

El presidente estadunidense, Joe Biden, y su predecesor Donald Trump son lo mismo, dijo el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, en un discurso que arrojó dudas sobre la posibilidad de una rápida reanudación de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.

«La actual administración de Estados Unidos no es diferente de la anterior, porque aunque use otras palabras sobre el tema nuclear, exige a Irán lo mismo que Trump», dijo Jamenei en televisión.
El ayatolá Jamenei hizo esta declaración mientras los países occidentales, así como Rusia y China, esperan desde fines de junio una señal de la voluntad de Irán de retomar las negociaciones iniciadas en Viena en abril para salvar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní de 2015, torpedeado tres años antes por la administración Trump.

«Sobre el tema nuclear los estadunidenses no tienen vergüenza: mientras que ellos se retiraron (del acuerdo de Viena) ante los ojos de todo el mundo, hablan ahora y hacen exigencias como si fuera la República Islámica la que se retiró», prosiguió Jamenei.

«Detrás de la escena de la política exterior de Estados Unidos, hay un lobo cruel que a veces se convierte en un zorro astuto», dijo el líder iraní, durante una reunión con el nuevo ejecutivo del presidente Ebrahim Raisi.

El nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, asumió el cargo el miércoles después de obtener el voto de confianza del parlamento. Sucedió a principios de agosto al moderado Hasan Rohani —principal arquitecto, del lado iraní, del acuerdo de 2015—, tras ganar las elecciones del 18 de junio marcadas por una abstención récord y la ausencia de competidores reales.

Una vez que se alcanzó en Viena el acuerdo de 2015, Irán se vio aliviado de las sanciones occidentales, a cambio de su compromiso de no adquirir nunca armas atómicas y una drástica reducción de su programa nuclear, que está bajo estricto control de la ONU.

Un año después de la decisión de Trump de retirarse del acuerdo en mayo de 2018 y de volver a imponer sanciones a Irán, el gobierno iraní tomó represalias renunciando gradualmente a la mayoría de los compromisos nucleares clave que había aceptado en virtud del pacto.

Biden dice querer que Washington regrese al acuerdo de Viena.Entre abril y junio se llevaron a cabo en Viena seis rondas de conversaciones sobre el tema entre Irán y las potencias mundiales, con la participación indirecta de Estados Unidos.

La última tanda concluyó el 20 de junio, sin que se fijara fecha para otra, con la participación de los representantes del gobierno iraní de Rohani, dos días después de las elecciones presidenciales ganadas por Raisi.

Jamenei, quien tiene el control sobre el expediente nuclear iraní, advirtió en abril que las negociaciones en Viena «no deberían prolongarse» porque eso sería «perjudicial» para los intereses de Irán.

Tras su elección, Raisi dijo que no autorizaría «negociaciones por el gusto de negociar» sobre la cuestión nuclear. Pero «todas las negociaciones que garanticen los intereses nacionales de Irán ciertamente serán apoyadas», agregó.

En dos mensajes difundidos tras asumir el cargo, Hosein Amir-Abdolahian, el nuevo ministro de Relaciones exteriores de Irán, no hizo ninguna referencia al acuerdo de 2015 y dijo que «los países vecinos y Asia» eran la «prioridad número uno».

En materia de política interna, Jamenei manifestó a Raisi y sus ministros que la confianza del pueblo es «el mayor capital» que tiene un gobierno, pero «desgraciadamente ha quedado un poco dañada». «Usted debe restaurarla», le dijo y afirmó que la forma de hacerlo es «que las palabras y acciones de los funcionarios se conviertan en una sola» y se cumplan las promesas hechas.
La violenta crisis económica que ha golpeado a Irán desde el restablecimiento de las sanciones se amplificó por la pandemia del covid-19, que golpea fuertemente al país, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por contenerla.

La sangrienta represión de varias oleadas de protestas desde finales de 2017, así como la tragedia del Boeing ucraniano (176 muertos) derribado en enero de 2020 tras despegar de Teherán (y por el que las fuerzas iraníes reconocieron su responsabilidad luego de las autoridades la negaron durante tres días) contribuyeron a alimentar lo que el expresidente Rohani llamó una crisis de confianza de la gente.

Agencias