Trudeau declarará ante Parlamento de Canadá por presunto conflicto de interés

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dará una comparecencia este jueves ante los legisladores de la Cámara de los Comunes sobre la atribución de un contrato a una organización de beneficencia que remuneró a miembros de su familia.

Trudeau, que está siendo investigado por la Comisión de Ética sobre su papel en ese aparente conflicto de interés, será escuchado durante una hora por también la Comisión de Finanzas de la Cámara. La semana pasada los dos principales partidos opositores pidieron la renuncia del primer ministro, quien encabeza un gobierno minoritario.

¿Por qué acusan a Justin Trudeau de conflicto de interés?
Trudeau se disculpó el 13 de julio y admitió haber cometido un «error» al participar en discusiones sobre la asignación de un contrato gubernamental a la organización de caridad We Charity.

El contrato fue designado «a dedo» a una organización sin ánimo de lucro vinculada al Partido Liberal y cobró relevancia con la petición de la oposición de que dimita el ministro de Finanzas, Bill Morneau. El acuerdo habilita a gestionar un programa de becas estudiantiles de unos 660 millones de dólares estadounidenses.

De forma inesperada, Morneau reveló el pasado miércoles el pago de 41 mil dólares a la vez que anunció la devolución del dinero a We Charity. La organización invitó a la familia del ministro a visitar proyectos que tienen en Ecuador y Kenia y pagó los costes de su viaje, lo que supone un conflicto de interés.

Las normas de conflicto de interés en Canadá impiden que los miembros del gobierno y otros funcionarios, o sus familiares, reciban regalos que pueden ser interpretados como una forma de influencia sobre esa persona. Además, se tiene que informar de los regalos los días siguientes a su recepción, algo que Morneau no hizo porque los viajes se realizaron en 2017.

We Charity es una organización creada por Craig Kielburger, un conocido activista que a los 13 años de edad fundó Free the Children para luchar contra el trabajo infantil forzado en los países en desarrollo y que cuenta con amplios contactos en el gobernante Partido Liberal de Canadá.

Pero tras la concesión del contrato se supo que la madre, el hermano y la esposa de Trudeau han recibido hasta 300 mil dólares para participar en eventos de la organización y que una de las hijas de Morneau también trabaja para ella. El programa fue luego retirado pero la polémica se mantuvo. We Charity habría recibido unos 40 millones de dólares, según medios de prensa.

A pesar de estos vínculos directos, ni Trudeau ni Morneau se recusaron cuando el gabinete canadiense decidió conceder a We Charity, sin competición, el jugoso contrato para gestionar el programa, contrato que fue cancelado cuando el escándalo ocupó las portadas de los periódicos canadienses.

La esposa de Trudeau, Sophie Grégoire Trudeau, a su vez, habría recibido mil 500 dolares por asistir a un evento en 2012, antes de que su marido se convirtiese en líder del partido liberal.

La implicación del primer ministro ha provocado que la Comisión de Ética de Parlamento canadiense, presidida por Mario Dion, inicie una investigación para determinar si el primer ministro violó las normas sobre conflictos de intereses dada la relación de We Charity con su familia.

El gobierno de Trudeau, en peligro por el caso We Charity

El problema para Trudeau es que es la tercera investigación que el comisionado de Ética realiza sobre las actuaciones del primer ministro. Ningún otro gobernante canadiense ha tenido tantas investigaciones.

Las dos investigaciones iniciales concluyeron con el dictamen de que Trudeau violó las normas cuando el primer ministro aceptó un viaje pagado por el Aga Khan a la isla privada que el líder de los musulmanes ismaelitas tiene en el Caribe y por ejercer presiones para favorecer a SNC-Lavalin, una de las constructoras más importantes del país.

Trudeau tendrá que convencer a la oposición que todo el embrollo ha sido un error y evitar una posible moción de censura que podría derribar su gobierno, ya que el Partido Liberal está en minoría en el Parlamento y sólo controla 156 de los 338 escaños de la Cámara Baja.

El diputado conservador Michael Cooper declaró el jueves durante una rueda de prensa en Ottawa que «es el momento de que el ministro de Finanzas haga lo único que puede hacer, dimitir como ministro. Lo que ayer fue revelado en el comité es asombroso. La gravedad de lo que admitió el ministro no puede ser menospreciada», agregó.

Agencias