Tras dos meses de viaje, «Superman» cruza la frontera

México.- “Soy Superman… y vamos a Estados Unidos”, contó ayer emocionado Lían, quien con apenas seis años de edad viajó durante casi dos meses desde Guatemala hasta Ciudad Juárez con su mamá embarazada.

Con una capa roja y la “S” de su superhéroe favorito plasmada en el pecho, el pequeño centroamericano llegó corriendo hasta el bordo del río Bravo y al saber que finalmente estaban parados frente a Estados Unidos se apresuró a quitarse los tenis para luego caminar sobre el lodo acumulado en el cauce internacional.

“¿Aquí no viene la Migración?”, preguntó su mamá mientras cruzaba el río, preocupada de ser detenida por los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y devuelta al sur de México, como vio que ocurrió con otros migrantes antes de llegar a la frontera.

Yuly salió de su país con tres meses de embarazo y su hijo de seis años, pero el lunes al llegar a Ciudad Juárez se sintió mal y fue canalizada a recibir atención médica, dijo ayer aún sin saber el sexo de su bebé.

Mientras ingenieros de la Guardia Nacional de Texas continuaban levantando una cerca de metal y púas de aproximadamente tres metros de altura sobre el bordo estadounidense con el fin de impedir el cruce irregular de migrantes a Estados Unidos, Yuly fue primera en cruzar el río.

“Está hondo, está muy frío y muy resbaloso, hay un gran hoyo y yo no puedo nadar”, gritaba a su amiga Iris, quien viajó con ellos desde Guatemala y continuó tras de ella para sostenerla del piso resbaladizo y ayudarla con sus zapatos y mochila.

“Me pondré mi gorro, me voy a quitar los tenis y los calcetines también… yo me haré unos tenis de plástico para no mojarme los pies”, narró Lían mientras metía uno de sus pies en una bolsa de plástico al ver el lodo y el agua acumulada en el río Bravo/Grande que divide a México de Estados Unidos, entre Ciudad Juárez y El Paso.

“¡Ya voy mamá!”, le anunció emocionado el niño mientras ingresaba a Estados Unidos con sus pequeños pies descalzos sobre el lodo y la capa de Superman volando en su espalda. Contento de saberse en Estados Unidos, el guatemalteco comenzó a correr junto a la muralla de púas instalada por el gobierno de Texas en la frontera con Ciudad Juárez, por la que todos los días decenas de niños, niñas y adolescentes de diversos países llegan hasta el muro fronterizo para luego buscar entregarse con sus padres a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso.

“Que por favor nos apoye mucho, porque venimos de un país demasiado fuerte, el sueldo que uno se gana no alcanza para nada, absolutamente nada… y nosotros venimos por nuestros hijos”, pidió ayer al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, Jenny Rojas, quien cruzó el río con su esposo y sus hijos de 8, 15 y 18 años de edad.

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