Texas enfrenta crisis por la gran cantidad de cadáveres de migrantes que trataron de cruzar a USA

La situación migratoria que se vive diariamente en Eagle Pass, Texas, comienza a
ser cada vez más delicada y preocupante, especialmente después de que sale a la
luz que la zona es uno de los lugares más mortíferos en la frontera de los Estados
Unidos con México.

Por desgracia, ante la gran cantidad de cadáveres hallados en Texas, los espacios en
la morgue en la ciudad se han agotado, por lo que las autoridades denuncian la
falta de recursos para poder lidiar con la crisis.

En los últimos tiempos, la crisis migratoria ha roto récord de muertes sin
precedentes en el condado de Maverick, una comunidad en la frontera que es la
zona cero en la disputa que hay entre el territorio texano y la administración del
presidente de los Estados Unidos, Joe Biden

De acuerdo con un reporte publicado por The Washington Post, la mayor parte de
las víctimas han perdido la vida por ahogamiento al tratar de cruzar a toda costa el
río Bravo, mientras que en otras jurisdicciones fallecen deshidratados por intentar
cruzar el desierto.

Asimismo, el informe indica que hace un par de daños, las autoridades recuperaban
uno o dos cuerpos al mes, pero ahora es una cifra diaria y ha pasado desapercibida
por el gobierno de los Estados Unidos.

Lamentablemente, cerca de 895 personas en situación de migración murieron
persiguiendo el sueño americano en 2022, que es el último año del que hay
registros disponibles.

Un fiscal explicó al periódico que previamente, el condado de Maverick había
reservado 100 mil dólares para la manipulación de cadáveres de migrantes, pero
terminaría gastando más de un millón de dólares.

Por todo esto, las autoridades estadounidenses adquirieron un remolque frigorífico
durante la pandemia de COVID-19, para albergar 28 cuerpos, mientras que otros
cadáveres han sido enterrados sin que sus familiares tengan conocimiento sobre lo
que les ocurrió, pues a falta de identificación es imposible que sean notificadas.
Socorristas han comenzado a tener secuelas psicológicas, pues algunos
argumentan que han llegado ha meter los cuerpos en las bolsas de manera que no
tuvieran que verles el rostro.

“Existe una sensación abrumadora de ‘¿qué vamos a hacer?’ Quieres asegurarte de
que regresen con sus seres queridos, pero hay demasiada gente cruzando el río”,
expresó Marcos Kypuros, un bombero y técnico en emergencias médicas.

Fuente Agencias