Sólo quiero vivir tranquila: migrante haitiana en espera de papeles para su estadía en México

Monique lleva cuatro años fuera de Haití, tuvo que migrar a la edad de 18, pues las condiciones de pobreza y hambre la obligaron a moverse para darle una vida mejor a su pequeña Marie, quien en ese tiempo era una recién nacida.

Monique y su esposo, quien prefirió no dar su nombre por seguridad, salieron por la frontera con República Dominicana y comenzaron una vida nómada.

«Llevo de viaje mes y medio, he caminado hasta tres días seguidos y hoy sólo quiero estar tranquila», relató Monique quien cargaba a su pequeña Lili de dos años y quién nació durante este periodo de transición migratoria.

Frente a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, ubicada en la calle de Versalles de la colonia Juárez, además de Monique, hay 30 familias más que esperan una cita con autoridades para resolver su situación migratoria.

La mayoría son mujeres con niños en edad lactante. Los pequeños hacen trompetillas, balbucean, mientras que los adultos hablan poco o nulo español.

Entre los que esperan está Samuel de 32 años, quién desde los 15 salió de Haití. Dejó a su familia y logró llegar a Chile; sin embargo, su objetivo principal siempre fue llegar a nuestro país.

«Espero poder arreglar mi situación, quiero vivir aquí tener una mejor vida para mis hijos de tres y seis años, hoy espero que quede solucionada mi situación» explicó Samuel en un perfecto español que logró pulir durante su estancia en Chile.

La mayoría ha llegado desde el fin de semana, buscan un lugar donde quedarse, han preguntado por albergues, pero para muchos la lejanía y la vorágine de la diudad les es indescifrable.

Poco a poco, las familias pasan a su cita con la COMAR, mientras que otras suben a taxis para irse a dónde pasarán una o dos noches. Reiteran que ellos sólo quieren vivir tranquilos.

Agencias