La reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas representaría un aumento en el costo de la producción para las empresas de entre 20 a 30 por ciento, de acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
“ Considerando que realmente se trabaja en promedio un poco más de 48 horas y se reduce la semana laboral a 40, estimamos que pudiese haber un impacto de aproximadamente 21 por ciento y por ello manifestamos nuestra disposición a avanzar hacia jornadas más equilibradas, más humanas y subrayamos la necesidad de que el gobierno acompañe este proceso con políticas públicas que lo hagan bien”, dijo Luis Méndez Jaled, presidente del organismo del sector privado.
No obstante, el dirigente empresarial comentó que de aprobarse la reforma laboral, esta aumentaría los costos de las empresas constructoras entre 20 y 30 por ciento.
El dirigente empresarial indicó que para que pueda darse el cambio laboral, se necesita que el gobierno federal otorgue incentivos fiscales y financieros como subsidios temporales para absorber el costo de nuevas contrataciones (IMSS, Infonavit, ISN, entre otros); deducciones fiscales por inversiones en automatización o capacitación.
Así como apoyos a pequeñas y medianas empresas (pymes) como créditos accesibles y subsidios directos para adaptar turnos o contratar más personal y simplificación administrativa para restructurar jornadas.
El dirigente empresarial comentó que no están en contra de la medida, pero se tiene que trabajar de forma paulatina.
Agencias