Rebasan migrantes capacidad de servicio de organizaciones

En la frontera norte las casas del migrante que tiene la Iglesia Católica para dar asistencia a los extranjeros que llegan con la idea de cruzar a los Estados Unidos, están ya saturadas, a pesar del apoyo que ofrecen también otras organizaciones religiosas y organizaciones no gubernamentales, pero en Reynosa la situación ha hecho crisis.

Complicado
De acuerdo a información del Padre Francisco Gallardo, de la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros, que comprende ocho municipios del noreste y la frontera, el arribo de los haitianos ha provocado ya un grave problema social, ya que las instituciones de apoyo han superado sus capacidades, sus límites, pero tampoco pueden dejarlos solos.
La comunidad religiosa no juzga las acciones de estas personas que vienen desde sus comunidades pasando penurias de todo tipo, arrastrando a sus hijos y mujeres a situaciones de alto riego en el camino, simplemente les corresponde tenderles la mano, ofrecerles un techo en su trayecto, alimento, servicio médico, así como apoyo para comunicarse con los parientes.
Específicamente con el caso de los haitianos, la situación en Matamoros no es tan complicada realmente, en comparación con otras ciudades, porque ellos buscan llegar a Coahuila, sólo están de paso y quieren llegar a su destino, ya sea caminando o de “aventón” porque no pueden documentar para viajar por camión.

Compromiso
Pero por pocos que sean o breve que sea su estancia en la ciudad, para las organizaciones altruistas que los apoyan es una gran responsabilidad porque hay que proveerles un lugar para dormir, comida, servicio médico, pero sobre todo, mantenerlos seguros ante todo tipo de peligros que los acechan.
Para las casas de migrante, y los refugios que ofrecen otras organizaciones, ya es de por sí difícil ayudarlos, porque tienen más migrantes asistidos, desde El Salvador, Guatemala, Colombia, y otros países de Sudamérica, ya se ha rebasado su capacidad de asistencia.
No obstante, se les está ofreciendo ayuda porque es parte del compromiso social que tiene la comunidad con la humanidad, es parte de las labores de un buen cristiano, sólo que ahora con un poco más de dificultad.