¿Qué debes hacer para mejorar tus finanzas personales?

Si trabajas muchas horas diarias y aún te cuesta llegar a fin de mes, hay algún problema en tus finanzas personales que te está impidiendo progresar. En este artículo encontrarás consejos valiosos que te ayudarán a mejorar tu economía de manera inmediata.

Estudia todos los días

Actualmente se reconoce mundialmente la importancia de la educación financiera. Sin embargo, en las instituciones educativas formales las finanzas personales siguen fuera de los programas de estudio. Por ese motivo, debes ser un estudiante autodidacta para aprender a manejar tu dinero.

Si no tienes conocimientos previos, comienza tu proceso de aprendizaje visitando Economipedia para adquirir los conceptos básicos de economía. Una vez adquirido este conocimiento, podrás enfrentarte a libros escritos por profesionales del área o tomar cursos online sobre temas específicos.

Consume información actualizada porque la teoría no es suficiente. Lee diariamente noticias sobre la economía mundial en blogs, periódicos o cualquier fuente que te permita recopilar datos recientes sobre distintas variables económicas.

Controla todos los movimientos

Los gastos hormiga suelen ser los grandes desestabilizadores de la economía. Lleva un registro detallado de todos los ingresos y egresos de dinero, para que no haya fugas. Elabora presupuestos mensuales y anuales, y ajusta los gastos al monto que hayas establecido previamente.

Este control puedes realizarlo de diferentes maneras. Si te gusta la organización tradicional, podrías usar un cuaderno para registrar manualmente cada movimiento. En caso de que prefieras volcarlo a la PC, una hoja de Excel es una buena opción.

Si prefieres mantener toda tu información en tu teléfono porque consideras que es más práctico, hay muchas aplicaciones financieras creadas para administrar dinero de manera sencilla. Toda herramienta es válida siempre que la mantengas actualizada con los movimientos financieros que hagas.

Ahorra

No juntes el dinero que te sobra sin una meta, porque acabarás gastándolo en cualquier cosa y arrepintiéndote luego. Ahorra mensualmente un porcentaje de dinero, con un objetivo concreto. Por ejemplo: determina que todos los meses apartarás un 10% de tu sueldo para cambiar tu automóvil a fin de año.

Si bien hay personas que guardan el dinero en sobres o en alcancías, esta manera romántica de ahorrar tiene un gran costo. El dinero se deprecia y luego de un tiempo habrán perdido mucho poder de compra. Deposita el ahorro en el banco, así podrás ponerlo a plazo fijo y conservará su valor.

Toma las decisiones en equipo

No puedes decidir de manera unilateral cuestiones que afecten a toda la familia. Así como en tu empleo alcanzas mejores resultados si trabajas con tus compañeros, en tu casa la economía mejorará si todos los integrantes de la familia participan en las decisiones.

Dialoga con tu pareja sobre la economía doméstica y administren de manera conjunta todo el dinero, sin importar el origen de los ingresos y el aporte de cada uno en el monto total. Es posible que uno de ustedes cobre un salario y el otro no, pero el trabajo que se realiza en la casa también tiene un valor que debe cuantificarse.

Habla con tus hijos de finanzas y haz que participen en pequeñas decisiones cotidianas, tales como la elección de algunos productos en el supermercado. Explícales por qué una opción es económicamente mejor que otra. Dales una pequeña cantidad de dinero semanal para que aprendan la importancia del ahorro. Pídeles una colaboración simbólica al realizar las compras.

Limita tus gastos

Hay dos pautas que debes tener en cuenta para no excederte con los gastos. Por un lado, no gastes más de lo que ganas. Parece algo muy sencillo, pero en la vida te sorprenderás a ti mismo comprando cosas excesivamente caras que no puedes pagar con tu salario. Tienes que evitar esas conductas. Si bien puedes recurrir a un préstamo o tarjeta de crédito en una urgencia, no debes convertir la financiación en una costumbre.

Por el otro lado, en caso de que debas endeudarte, no comprometas más del 35% de los ingresos familiares al pago de deudas. Es muy importante que calcules este porcentaje sobre el total de tus obligaciones, y no sobre cada una de ellas. Recuerda que mientras debas dinero, no podrás ahorrar, y eso te deja nuevamente expuesto ante gastos imprevisibles.

Pregunta todo

Existe una creencia limitante muy dañina, que consiste en pensar que al preguntar algo que no se sabe las otras personas van a darse cuenta de que se tiene conocimiento sobre el tema. Se piensa que eso deja en evidencia nuestra ignorancia y es motivo de burla. Se asocia la curiosidad a la vergüenza. Por eso el mundo está lleno de personas que parecen sabias porque jamás preguntan nada, pero en realidad están llenas de dudas sin resolver.

Abandona los miedos y pregunta todo lo que no sepas. Siempre vas a encontrar alguna persona que quiera ayudarte y explicarte lo que necesitas aprender. Si tus familiares o amigos no saben sobre economía y finanzas, recurre a las redes sociales. Hay comunidades maravillosas que despejarán tus dudas.