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En estos momentos la inversión está comprimida en muchos rubros, y más con el resurgimiento de la crisis de salud que no quiere acabarse. Se esperaba que a comienzos de este año el panorama sería distinto y los negocios de venta de alcohol que cerraron iban a abrir de nuevo pero no es así.
Tomás Reyes, titular de la Oficina Fiscal del Estado, reconoce que el problema aparte de la situación de salud es económico en estos momentos también porque la gente no tiene dinero y tampoco se abren inversiones que permitan más empleo. Quienes tienen la capacidad para invertir no lo hacen por temor a fracasar, indica.
Permiso
Este año según es la meta de recuperar al menos 90 licencias de alcoholes que se han perdido en poco más de tres años pero a como están las cosas no es nada fácil. El problema es que se combina con la situación de salud que agrava sin duda la economía de por sí tan desgastada ya desde el 2020.
“No sabemos si nos va alcanzar este año para completar esa meta que buscamos, se ha perdido una gran parte del padrón de esos permisos que se tenían y no sabemos si lleguemos a tenerlos de nuevo ante estas circunstancias adversas que se presentan”, indica.
Reacciones
Todas las reacciones de los posibles inversionistas están justificadas porque no es fácil abrir un negocio en plena crisis económica y de salud. En un ambiente de incertidumbre no es fácil para nadie trabajar bien y más cuando no se garantiza nada, lo más normal es que se esperen para más adelante a ver si hay otras condiciones.
Mientras tanto es preciso que todos participen en prevenir más contagios y se logren los objetivos al menos para la segunda mitad del año, dice.
