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En la recta final del ciclo escolar 2022-2023 surge una controversia entre la comunidad escolar de la primaria “Josefina Menchaca”, en el Centro Histórico de la ciudad, ya que la dirección de manera unilateral dispuso cambiar de uniforme sin justificación.
Y aunque no se tomó en cuenta la opinión de la sociedad de padres de familia, se exige de manera obligatoria la nueva indumentaria, cuando -en el caso de los alumnos de sexto grado- van a egresar en unas semanas más y ya no lo van a necesitar.
Forzado
La medida fue adoptada por la directora, profesora Margarita García; se condiciona la continuidad del estudio para los niños al uso del nuevo uniforme, que consta de otros colores y otro logotipo de la escuela.
Maura Avilés, secretaria de finanzas de la sociedad de padres, encabezó una protesta en el plantel, donde se manifestaron contra tal disposición, ya que afirman que no tiene sentido comprar otra ropa para los niños, si ya está por terminar el periodo lectivo.
Lucro
Los padres de familia creen que sólo quiere obtener una ganancia a través de la ropa, que elabora y borda una sastrería contratada por ella, creen que tiene una comisión importante, ya que cotizan en 400 pesos una playera y en 800 pesos la playera y falda para niña.
En tiendas departamentales una playera puede costar unos 130 pesos la playera, y el bordado lo pueden encontrar hasta en 80 pesos, por lo cual no se justifica tampoco el precio tan alto.
Debido a la presión ejercida por los inconformes, la directora se vio obligada a dialogar con ellos, pero les dijo que el cambio de uniforme ya fue autorizado, sin especificar por quién, y que tienen que comprarlo o sus hijos no podrán entrar a clases, en abierta violación a sus garantías.
Por votación
Los padres de familia acordaron convocar a una asamblea general para abordar el tema, pues el repudio a tal imposición es mayoritario.
Tentativamente sería para el próximo martes y el posicionamiento de muchos es de rechazo al que consideran un negocio de la directora.
Lo legal
En México, aunque el uniforme no es obligatorio, la Secretaría de Educación Pública recomienda su uso, pues lo considera una medida de seguridad tanto para la escuela, como para el alumnado, sin embargo, no existe ningún fundamento jurídico que respalde el que se vendan uniformes dentro de las escuelas públicas o que el uso de uniforme sea obligatorio.
Por tanto, no es prudente condicionar a las madres, padres o tutores que hagan gastos exorbitantes para uniformes, so pena de negarle el acceso a clases a los niños, ya que eso representa una violación a los derechos humanos, pues el artículo Tercero constitucional establece además, que la educación es laica, obligatoria y gratuita.
