Un tribunal en Oregón condenó a Taylor y Blair Edwards, integrantes de la Iglesia Seguidores de Cristo, por la muerte de su hijo recién nacido Hayden, a quien negaron atención médica para tratar un padecimiento curable y en su lugar recurrieron únicamente a la oración y a la unción con aceite de oliva.
La pareja recibió una sentencia de 30 días en prisión y cinco años de libertad condicional.
De acuerdo con la Fiscalía del condado de Clackamas, el bebé nació en junio de 2023 y, a las 36 horas de vida, dejó de alimentarse, presentó dificultad para respirar y se le tornaron los labios azulados.
Ante estos síntomas, la familia realizó un ritual religioso en lugar de acudir a un hospital, lo que resultó en la muerte del recién nacido.
El informe forense estableció como causa de muerte encefalopatía bilirrubínica aguda derivada de hiperbilirrubinemia, una condición que pudo haberse tratado con atención médica inmediata.
La sentencia también obliga a los Edwards a garantizar que sus cuatro hijos sobrevivientes reciban revisiones médicas periódicas con pediatras acreditados y cuenten con seguro de salud.
Durante la audiencia, Blair Edwards reconoció la importancia de la medicina y pidió a otros miembros de su congregación que no renuncien a la atención profesional para sus hijos.
Este no es el primer caso registrado en Oregón contra miembros de la Iglesia Seguidores de Cristo, organización conocida por rechazar los servicios médicos y recurrir exclusivamente a la llamada “sanación por fe”.
Desde 2008, al menos seis integrantes de esta comunidad han enfrentado procesos judiciales por la muerte de menores de edad, entre ellos el adolescente Neil Beagley, quien falleció al no recibir tratamiento médico oportuno.
Agencias