Orbe

Sospechan de un motín y hasta de un naufragio

Siempre que está por concluir un sexenio, en este caso Tamaulipas, la gente busca que el siguiente gobernante venga a cubrir las asignaturas pendientes que el mandatario que va de salida no pudo resolver.
Nadie espera desde luego que aparezcan de pronto individuos que vengan a especular con las esperanzas de la ciudadanía en tiempos donde la pandemia, la corrupción, la crisis económica y la violencia hacen de las suyas.
El pasado fin de semana se supo, a modo de chiste que no resultó, o de aspirantes desesperados (usted juzgue), que tal o cual sujeto anunciarían su designación como candidatos de Morena al Gobierno de Tamaulipas.
Si se dieron o no las cosas, yo no lo supe, y ni siquiera pregunté o traté de indagar si tales rumores eran ciertos o simplemente como siempre los cuentos vulgares volvían a fastidiarnos la vida como si el pueblo estuviera (al precio que está la vida) a la disposición de tamañas idioteces.
¿Cuándo aprenderán los precandidatos que el gran público tiene ya mucho tiempo, desde el autoritarismo del pasado (o dictadura perfecta, apuntaba Mario Vargas Llosa), como el que ahora intentan instalar, que la humildad y la sabiduría, pero sobre todo la honradez, estilo Pepe Mujica, señorón ex presidente de Uruguay, serían lo único que cambiará el rostro de México y de sus 32 entidades federativas?
¿Qué han hecho, si no es inútil volver a preguntar, la mayoría de las y los aspirantes de Morena a la gubernatura de Tamaulipas, si no es otra cosa que subirse ventajosamente a la ola del entonces candidato y ahora presidente Andrés Manuel López Obrador?
¿Dónde están los méritos políticos en favor de la gente, como para estar a la espera de creer lo que venga, como ahora de tantos protagonismos que llegan con las manos vacías, que no atan ni desatan?

VALDERRAMA, ZERTUCHE, MONREAL Y CARMONA
Pues sí, usted y yo lo sabemos: de mil acaso cinco serían cuyos resultados han logrado cambiar (“haiga sido como haiga sido”) la percepción de la ciudadanía, dándole la expectativa de que el tremendo lastre que se arrastra por décadas, finalmente da la certeza de que podremos deshacernos de su estorbo, obstáculo e impedimento para avanzar y construir una nueva sociedad, moderna y democrática.
Pudo haber sido ayer domingo que finalmente hayan ya levantado la mano al aspirante de Morena, según han dicho por instrucciones de Palacio Nacional, pero de lo que sigue nadie quiere que a costa del pueblo se dé lo que se llama la “operación cicatriz”, ni que nadie esté más estresado por los pleitos violentos que surgirán, en vez de permanecer atentos a las propuestas viables y no mentirosas.
También se supo (a propósito del tema) que el delegado del Gobierno Federal, Rodolfo González Valderrama, trascendió en un periódico de Monterrey una nota aclaratoria al “fuego amigo” que lo involucra con algunas “conexiones” con el empresario asesinado en San Pedro Garza García, Sergio Carmona Angulo.
Se infiere que el ex director de RTC y aliado de Ricardo Monreal (¿por ahí viene, además, la causa de “fuego amigo”?) al deslindarse de su presunta amistad con Carmona, le responde el mensaje a algunos de sus correligionarios (que arrojan la piedra y esconden la mano), y no a los panistas con los que ha tenido una distancia respetuosa.
Y otra es la “ausencia” de los cinco diputados de Morena que dejaron a su líder Armando Zertuche Zuani con un mar de “sospechosismos”, comportándose como sus adversarios.
Si el concepto de democracia, en su connotación “moderna”, es como la que se traen en Morena Tamaulipas, demos por hecho que infinidad de políticos habrán de abandonar el barco de la llamada “Cuarta Transformación”.
Elegir democráticamente a un candidato no debería ser un drama social o una tragedia política, sino una fiesta cívica que le ofrezca a los tamaulipecos tantas y buenas opciones que se merecen desde siempre.
El pueblo espera (por mucho sabor que le pongan a la contienda) que cualquier partido político hable más de soluciones que de guerras, y más de unidad nacional que de rencores.
¿Cómo resolverán la crisis nacional si desde adentro del barco en el que navegan ya sospechan de un motín y hasta de un naufragio?
¡Excelente inicio de semana!