Nuevos enfrentamientos entre palestinos e israelíes en Jerusalén dejan 50 heridos

Más de 50 personas resultaron heridas en nuevos enfrentamientos durante la noche del sábado entre policías israelíes y manifestantes palestinos en diversos barrios de Jerusalén Este, un día después de los choques más graves de los últimos años en la Ciudad Santa, que hacen temer una espiral de violencia.

«Por el momento hemos contabilizado 53 heridos» en actos violentos del sábado por la noche, declaró un vocero de la Media Luna Roja (Cruz Roja) palestina. Añadió que los incidentes se produjeron en las zonas de Sheij Jarrah, la puerta de Damasco y Bab al Zahra.

Según la Media Luna Roja, al menos 17 personas resultaron heridas por impactos de balas de goma. Las fuerzas de seguridad israelíes utilizaron granadas aturdidoras, balas de goma y un cañón de agua pútrida para dispersar a los palestinos, algunos de los cuales lanzaron proyectiles contra la policía, que asegura que un agente resultó herido en la cabeza.

El viernes por la noche, los enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam (llamado por los judías como el Monte del Templo) entre policías israelíes y palestinos dejaron más de 200 heridos.

El sábado por la noche decenas de miles de palestinos rezaron con relativa calma en la Explanada después del iftar, la comida que rompe el ayuno durante el Ramadán. El director de la mezquita de Al Aqsa, situada en la Explanada, llamó a los fieles a «la calma».

En el barrio de Sheij Jarrah, escenario de protestas diarias desde hace varios días contra el posible desalojo de familias palestinas para instalar a colonos israelíes, los palestinos volvieron a echarse a la calle y arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad israelíes, que afirman haber detenido a dos personas por usar «gas pimienta» contra sus agentes.

Antes, la policía había informado que restringió el acceso a la Ciudad Vieja de Jerusalén Este para impedir a los palestinos «participar en disturbios violentos». Se dio el alto a un autobús que venía del sur de Jerusalén y la policía arrestó a algunos de los pasajeros palestinos.

«Quieren impedirnos ir a Al Aqsa», declaró Ali al Komani, de 40 años, cerca de la entrada del lugar sagrado.

«Israel actúa de forma responsable para hacer respetar la ley y el orden en Jerusalén garantizando a la vez la libertad de culto», dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una reunión con altos cargos de seguridad.

Desde hace semanas la tensión es palpable en Jerusalén y en Cisjordania, otro territorio palestino ocupado por Israel, donde los palestinos se han manifestado contra las restricciones de acceso impuestas por Israel en determinados sectores durante el Ramadán y la posible expulsión de palestinos en Sheij Jarrah.

La respuesta de Hamás
El movimiento islamista en el poder en Gaza pidió a los palestinos que se queden en la Explanada hasta el jueves, el día del final del Ramadán, y amenazó a Israel con ataques si la Corte Suprema ratifica los desalojos de Sheij Jarrah en un dictamen previsto el lunes.

En la Franja de Gaza, cerca de la valla que separa el territorio palestino de Israel, los soldados israelíes lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes palestinos. También hubo lanzamientos de globos incendiarios hacia el sur de Israel. Según las autoridades israelíes no causaron daños.

Después de la violencia del viernes, Estados Unidos pidió a los altos cargos «israelíes y palestinos que actúen para poner fin a la violencia». También expresó su preocupación por «la posible expulsión de familias palestinas de Sheij Jarrah».

Arabia Saudita, líder de las monarquías del Golfo Árabe, ha denunciado estas posibles expulsiones. Irán, Túnez, Pakistán, Turquía, Jordania y Egipto han condenado las acciones israelíes. Y el cuarteto para Oriente Medio (Estados Unidos, Rusia, la ONU y la UE) llamó a Israel a «actuar con moderación».

Agencias