Niño de 10 años se suma a las víctimas mortales tras estallar polvorines en Puebla

Las dos explosiones por polvorines ilegales que se registraron el jueves en distintas partes de Puebla cobraron la vida de una persona más, un menor de edad, para aumentar a ocho la cifra de víctimas.

De acuerdo con José Antonio Martínez García, titular de la Secretaría de Salud (Ssa) estatal, se trató de un niño de 10 años con quemaduras en el 89 por ciento de la superficie corporal, quien fue internado en el Hospital del Niño Poblano tras resultar herido en la comunidad de Zaragoza, en Tulcingo del Valle.

El funcionario precisó que la Ssa tiene a su cargo a dos pacientes más, una niña de 9 años que recibe tratamiento en el Hospital del Niño Poblano y un hombre de 33 años que fue ingresado a la Unidad de Quemados del Hospital de Traumatología y Ortopedia, ambos en Puebla capital.

Martínez García señaló que a las 14:36 horas del jueves pereció una cuarta persona que estuvo bajo observación de la dependencia, un hombre de 23 años proveniente de San Miguel Zacaola, en Santo Tomás Hueyotlipan, el cual manifestó quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo y sus posibilidades de sobrevivir eran remotas.

Barbosa lamenta los hechos

En su intervención, el gobernador Miguel Barbosa Huerta lamentó las dos explosiones y expuso que ambos “accidentes” dan muestra de que la manipulación de la pirotecnia con fines comerciales puede ser una actividad con presencia en todo el estado.

Ante esa situación, el mandatario exigió a los presidentes municipales que no permitan el funcionamiento de talleres clandestinos de pirotecnia, ya que el manejo de explosivos solamente puede ser autorizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Barbosa invitó a las autoridades municipales y a la ciudadanía a denunciar, ante la Sedena o ante la Secretaría de Gobernación (Segob), cualquier taller irregular de pirotecnia, ya que si bien son el sustento económica de algunas familias, no dejan de poner en riesgo su vida y la de los demás.

Fue el pasado jueves cuando la Fiscalía General del Estado (FGE) resguardó dos talleres irregulares de pirotecnia en Santo Tomás Hueyotlipan y Tulcingo del Valle, los cuales explotaron y dejaron como saldo inicial siete personas muertas y tres heridas; sin embargo, el número de fallecidos aumentó a ocho a 24 horas de lo sucedido.

Agencias