El insólito caso de una mujer de 40 años que, el pasado fin de semana, falleció en Medellín tras someterse a una liposucción en su propia casa, en el barrio Aranjuez, donde una amiga fue la encargada de realizarle la intervención.
La víctima llegó sin signos vitales al Hospital Alma Mater, ubicado en el norte de la ciudad, lo que generó una nueva alarma sobre la peligrosidad de estas prácticas clandestinas.
Según reportes preliminares, el procedimiento estético, realizado en un ambiente no autorizado y sin las condiciones necesarias, terminó en tragedia.
Agencias
