México.- Este martes, la Cámara de Diputados se prepara para discutir y votar la polémica nueva Ley de la Guardia Nacional, una iniciativa que ha generado gran preocupación tanto en el ámbito político como entre organizaciones de la sociedad civil por nuevamente apostar por un carácter autoritario.
El dictamen establece que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no solo mantendrá el mando operativo y administrativo de la Guardia Nacional, sino que también introduce cambios significativos que permitirán a militares en activo contender por cargos de elección popular, incluyendo la presidencia de la república, cabe recalcar que actualmente esto se puede hacer con seis meses de anticipación.
Estas reformas abren la puerta a que elementos en servicio del Ejército y la Guardia Nacional puedan participar en procesos electorales, una posibilidad que históricamente se había limitado para preservar la autonomía civil sobre los procesos democráticos y evitar la militarización del poder político.
Paralelamente, el dictamen autoriza a la Guardia Nacional a realizar operativos encubiertos y emplear usuarios simulados como parte de sus labores de seguridad e inteligencia. Sin embargo, estas prácticas ya fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, alertó que la nueva Ley de la Guardia Nacional representa una grave amenaza al modelo constitucional de seguridad.
Según el panista, la iniciativa pretende institucionalizar la militarización del país bajo el pretexto de una supuesta armonización legislativa.
Acusó al Gobierno federal de imponer un esquema autoritario que entrega el control total de la seguridad pública a la SEDENA, sin límites ni rendición de cuentas.
Romero advirtió que su partido no respaldará reformas que violan principios democráticos, debilitan la autoridad civil y ponen en riesgo los derechos humanos.
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