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Debido a que se acumulan más migrantes cada día, los gobiernos de Estados Unidos y México quieren implementar el programa “Permanecer en México” mientras se resuelve su situación.
Esto desde luego va a provocar que se abran de nuevo los campamentos a orillas del río Bravo como pasó en el 2019, asegura Gladys Cañas.
La presidenta de la asociación civil Ayudándoles a Triunfar reconoce que ese programa en aquel momento obligó a más de dos mil migrantes a quedarse en Matamoros mientras esperaban ser llamados por las autoridades del vecino país. “Apostados en los puentes en pequeños campamentos improvisados es lo que se les pudo ofrecer, ahí enfrentaron de todo y hasta la pandemia donde no hubo condiciones de aislamiento para ellos”, explica.
Es la idea
Eso se proponen los gobiernos dado que Estados Unidos no quiere más gente en estos momentos, quienes vayan llegando a la frontera se van acumulando. Van a esperar de este lado el tiempo que sea necesario a ver cuando les permiten entrar, si se tardaron dos años la primera vez, lo mismo pasará ahora.
“No se sabe con certeza lo que estén tramando pero la intención es esa, dejarlos aquí varados en la frontera mientras ellos deciden qué hacer. Tal vez provocar la desesperación también y que se empiecen a regresar solos o no sabemos”, dice.
De llevarse a cabo esa propuesta el próximo año otra vez se estarían abriendo campamentos a las orillas del río Bravo, en condiciones insalubres o exponiendo a todos a contagios de diversas enfermedades.
Sin capacidad
Matamoros ni ninguna frontera mexicana tienen la capacidad de albergar tanta gente en poco tiempo, los gobiernos locales no le quieren invertir y cuando se ven obligados “recurren a la improvisación como el caso aquí en el 2019”. Pero nadie quiere ver a futuro la situación ni apoya a las instituciones de asistencia para que éstas se fortalezcan y puedan reaccionar cuando sea necesario.
En pocas palabras los migrantes y las asociaciones civiles están a expensas de lo que los altruistas digan porque son los que ayudan al final. “Lo peor es que en esas condiciones nos dejan el trabajo a nosotros como instituciones civiles aunque no tengamos recursos”, señala.
Respuesta
Esa espera para cientos de migrantes en la frontera se podría convertir en años otra vez, en ese tiempo cambia el panorama político en Estados Unidos otra vez y menos se les va a prestar atención. Considerando que este actual presidente ya va a cumplir un año en el poder en enero, el tiempo pasa muy rápido pero los problemas no.
La pandemia y sus constantes amenazas no tienen para cuándo acabar y el próximo año es muy incierto en este aspecto, asegura.
