Mexicanos Primero advierte inequidad en educación a distancia

La pandemia de covid-19 ha significado un retroceso en la gratuidad de la educación en México, pues para continuar con sus estudios a distancia, el 43.6 por ciento de las familias que no tienen internet o datos móviles en su celular tuvieron que pagar algún servicio de conectividad o desplazarse fuera de sus hogares para mantener contacto con los docentes, reportó la segunda entrega del estudio “Equidad y Regreso”, de la organización Mexicanos Primero.

El informe encontró que los alumnos mantuvieron su participación en la educación a distancia, pero perdieron interés en las clases por televisión a través del programa Aprende en Casa.

Por ello, fue fundamental continuar con el contacto estudiante- docente mediante la herramienta más disponible. Así se halló que el 65.9 por ciento utilizó el celular para continuar con sus clases a distancia; el 17.9 por ciento, la computadora; tableta, 4.8 por ciento.

“Todo esto trajo una inequidad en la gratuidad de la educación, ya que el 43.6 por ciento de las familias que no tienen internet o datos móviles en su celular, tuvieron que pagar por acceder desde un café internet o desplazarse para encontrar una red gratuita, lo que supone un gasto y un riesgo al salir y exponerse en la pandemia”, explicó Katia Carranza, investigadora de Mexicanos Primero.
El resultado refleja que el logro de aprendizaje fue superior en quienes pudieron mantener contacto directo con sus docentes, en comparación con quienes solo siguieron la programación televisiva.

El estudio realizado en colaboración del Centro de Estudios Educativos y Sociales y del Proyecto Medición Independiente de Aprendizajes participaron 2 mil niños y jóvenes de entre 10 y 15 años. Tomó en cuenta su entorno socioeconómico, su estado socioemocional, sus expectativas, e incluyó una medición de aprendizajes en matemáticas y comprensión lectora.

Al respecto, se encontró que el 53.6 por ciento de los estudiantes de 15 años que estuvieron en comunicación con sus maestros pudieron responder una pregunta de comprensión inferencial, pero ninguno de los que sólo vieron televisión pudo responderla. El 30.6 por ciento de los estudiantes de 15 años que estuvieron en comunicación con sus maestros pudieron resolver un problema con matemáticas respectivamente, pero ninguno de los que sólo vieron televisión pudo responderla.

La falta de internet también dificultó el aprendizaje de los estudiantes al final de la educación básica, ya que el 65.1 por ciento de los alumnos de 15 años con conectividad pudieron responder una pregunta de comprensión inferencial, pero sólo el 30 por ciento de los que no tienen acceso a internet lo pudo hacer.

En tanto, el 23.3 por ciento de los estudiantes de 15 años que contaban con internet pudieron resolver un problema con matemáticas, pero sólo el 11.7 por ciento de los estudiantes que no tuvieron acceso a internet lo pudo hacer.

Ante esto, la organización hizo un llamado urgente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que durante el periodo vacacional se preparare un regreso seguro y sustentable.

David Calderón, presidente ejecutivo de la organización, aseguró que el periodo de seis semanas de verano debe aprovecharse para un regreso adecuado y seguro, en el cual la presencialidad permita a ¿ niños y jóvenes recuperar los aprendizajes perdidos por el encierro de más de un año.

Añadió que los más afectados en el rezago educativo serán los estudiantes que pasan de nivel, es decir que llegarán a primero de secundaria o preparatoria con grandes lagunas, y la responsabilidad de recuperación quedará en la escuela de recepción.

“Reconocemos el trabajo realizado en el área de Televisión Educativa de la SEP, pero el hecho es que no alcanzó, según lo que verificamos, a ser el medio adecuado para que en los hogares sirviera según su cometido”, agregó.

Por ello, exhortó a preparar un regreso a clases en cinco puntos:

1) Que se alisten las escuelas, con protocolos y participación.
2) Haya formación para los maestros, tomando la ruta socioemocional e invirtiendo más y mejor para lo que viene.
3) Ajustar la estrategia pedagógica para la recuperación, de manera que no quede sólo en repaso, sino que se realice evaluación diagnóstica a cada estudiante de forma individual y se trabaje en los aprendizajes fundamentales.
4) Destinar presupuesto focalizado y transparente, principalmente en lo que corresponde a la inversión de La Escuela es Nuestra.
5) La existencia de una estrategia nacional de búsqueda y reconexión de ausentes, para que no aumente el abandono con toda su cadena de males sociales.

Agencias