Después de 11 años de incertidumbre, la familia de Magdalena Pérez López, una mujer de 31 años desaparecida en Tlajomulco de Zúñiga, finalmente recibió la noticia que temía: su cuerpo había estado todo ese tiempo resguardado sin identificar en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Jalisco.
Magdalena desapareció el 28 de septiembre de 2014, cuando salió de su casa y nunca regresó. Tres meses después, en diciembre de ese mismo año, su cuerpo fue localizado en una fosa clandestina del fraccionamiento Lomas del Mirador, también en Tlajomulco, y fue trasladado al Semefo. Sin embargo, las autoridades nunca notificaron a su familia, pese a los constantes esfuerzos de su madre por encontrarla.
Durante más de una década, la madre de Magdalena acudió cada semana o cada quince días al Semefo con la esperanza de encontrar alguna pista. Sin embargo, jamás le informaron que el cuerpo de su hija ya se encontraba ahí, ni se realizaron los cruces de información genética que pudieron haber permitido identificarla años atrás.
“Mucho coraje e impotencia de saber que mi mamá iba cada 15 días, cada semana, y no le daban respuesta”, lamentó Belén, hermana de la víctima, según documentó El Occidental.
El pasado jueves, personal del Semefo finalmente contactó a la familia para notificarles que el cuerpo de Magdalena estaba en sus instalaciones y les pidió acudir a la Fiscalía del Estado y al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para realizar la identificación oficial.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, que acompaña a familias de personas desaparecidas, informó que apoyará a los familiares de Magdalena para presentar una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) por las omisiones en el proceso de identificación.
“Mi mamá pedía que le hicieran pruebas de ADN, pero nunca le daban información”, explicó Belén, quien también enfrenta otra desaparición en su entorno: su esposo, del que se había separado, también está desaparecido.
El caso de Magdalena Pérez López evidencia las graves deficiencias en los procesos de identificación de personas sin vida en Jalisco, uno de los estados con mayor número de desaparecidos en México.
Colectivos y familias han denunciado desde hace años que cientos de cuerpos permanecen en los servicios forenses sin ser identificados, pese a que muchos familiares han entregado muestras genéticas y acudido reiteradamente a las instituciones.
Este nuevo caso se suma a las fallas estructurales en la atención a víctimas y sus familias, así como a la necesidad urgente de mejorar los protocolos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas en el estado.
Agencias