LOS HECHOS

Por Jose Ines Figueroa Vitela

No se hagan bolas

Antes de debatir cualquier estado de actualidad y prospectiva electoral, vale tener presente una primicia: los votos son de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el concierto nacional, con el factor concurrente estatal, representado por el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
En esa línea, vertical, descendente, van a definirse las candidaturas para las elecciones federales y locales del año entrante.
Quien quiera jugarle las contras puede hacerlo: estará transitando camino de la derrota en las urnas y el ostracismo por no poco tiempo subsecuente.
Puede haber y de hecho, seguramente habrá más, pero los casos más visibles de los despistados de temporada tienen por residencia, coincidentemente, el municipio central fronterizo de Reynosa.
Antes, el diputado local ARMANDO ZERTUCHE ZUANI se puso a armar reuniones pequeñas, en participación y entendimiento, a los que llaman “foros”, en apoyo a las aspiraciones presidenciales del canciller MARCELO EBRARD.
Quien sabe si el hombre estará enterado o habrá dado la indicación de hacerlos.
Más recientemente, este fin de semana, fue la alcaldesa MAKI ORTIZ y su retoño, CARLOS PEÑA, quienes juntaron a empleados del municipio, a quienes se pidió llevar a cinco acompañantes, para hacer otro “encuentro”, éste, dedicado al Secretario de Gobernación, ADÁN AUGUSTO LÓPEZ.
Dos diputados locales también acompañaron el encuentro, en el que, por añadidura, algunas simpatizantes de la gobernadora de la Ciudad de México, CLAUDIA SHEINBAUM, anduvieron repartiendo propaganda a su favor.
Hasta ahora, sigue siendo público y notorio que las simpatías, de quien definirá la candidatura para la sucesión presidencial, son a favor de la dama y el gobernador ha sido el primer alineado con tal eventualidad.
¿A qué tanto brinco estando el suelo tan parejo?
¡No se hagan bolas!, dijo aquel.
Desde el origen, en este mismo espacio advertí la intención panista de querer hacer proselitismo, construyendo escenarios de inestabilidad.
A partir de la campaña misma y hasta las vísperas de la asunción del nuevo gobierno estatal morenista, se la pasaron asegurando que si no ganaban, “se iba a romper la paz”.
Cuando ya perdieron, el discurso se volvió en que, iniciando la transición del nuevo sexenio, el estado se iba encender.
La verdad, que siempre estuvo en el imaginario colectivo fue que, la mentada pacificación de que hablaban los panistas, sólo existía en sus discursos y boletines, manipulando información y estadísticas.
Más bien, ellos fueron considerados coautores de la violencia, trasladada de las carreteras a las manchas urbanas y de los grupos proscritos, al mismo orden institucional.
Tan fue así, que los ciudadanos les cobraron el engaño y la agresión, en las urnas, echándolos de las esferas gubernamentales, luego de haberlos sacado del Congreso, por un tiempo usurpado por ellos.
Y no, la violencia no se desató con la salida del PAN del gobierno estatal.
Desde que MORENA está ahí, ha bajado la incidencia de los delitos de alto impacto y personas, tanto como grupos, que han sido denunciados en tiempo y forma como desaparecidos, se han recuperado, como no se dio en todo el pasado sexenio.
Fue cuando se contabilizó más de 6 mil 500 personas sin localizar, hasta lograr el vergonzoso récord de dos personas diarias desaparecidas, en promedio, por todo el tiempo que estuvieron en el servicio público estatal los azules de fierro cabecista.
La nueva campaña, con la que pretenden justificar su fantasmagórica ola de inseguridad, venturosamente, solo tiene por testigos, a ellos mismos y como denunciantes al grupo de abonados, de torvo historial y estrechas luces.
Nadie vio que maquinaria pesada hubiera destruido carreteras, y menos aun se tragó ese cuento, de que grupos delincuenciales locales hubieran sido los autores, pensando con ello detener el avance de grupos externos, contrarios.
Ahora que el fin de semana mintieron y se desmintieron los dirigentes del PAN y su diputada MYRNA EDITH FLORES CANTÚ, de ida y vuelta, con el tema de otro fantasmagórico asalto a manos de supuestos grupos criminales, pasó lo mismo.
Nadie mas los vio, no hubo testigos, ni reportes de que alguien mas hubiera sido víctima de hechos de esa naturaleza, en las que primero dijeron, la legisladora había sido atacada y tras su desmentido y reclamo público, salieron con que fueron otros empleados del Congreso las víctimas.
La misma legisladora, que el viernes pidió a los dirigentes de su partido no inventaran, ni anduvieran usándola para dirimir sus pleitos políticos, para el sábado ya estaba retomando el asunto, con la otra versión.
¿Qué fue?
¿Acaso alguna otra cortina de humo, para tapar las consecuencias mediáticas de su silencio, durante la comparedencia del Secretario de Administración JESÚS LAVÍN VERÁSTEGUI, cuando se preguntó por las implicaciones de su marido?
Ya sabe, cuando el diputado morenista PEPE BRAÑA, aludió a los señalamientos sobre el titular de Patrimonio Estatal del pasado sexenio, ALEJANDRO MAYVNE VALDEZ –“de FLORES CANTÚ”-, en la renta y autoasignación de vehículos con el pago de “cuotas simbólicas”.
Pudo tratarse de algo “multifactorial”, en lo que además incidiera aquello de la campaña prefabricada por el PAN, para pretender buscar la ruta de regreso a los votos, animando escenarios de descomposición social.
No se han dado cuenta –o no quieren hacerlo-, que cuando comparan a cómo estaba el estado antes de que llegaran, contra cuando ejercieron el poder estatal, a quien atacan es al anterior gobierno priísta, que está en su propio barco.
Y no, no han vuelto los escenarios –en material de inseguridad- característicos del antecedente priísta y tampoco del panista; ni unos ni otros llenaron la aspiración ciudadana y por ello cayeron en picada en material electoral.
Seguramente las expresiones antisociales, de origen inmemorial, no desaparecerán como por arte de magia.
La diferencia será, en todo caso, el imperio de la ley y el combate a la impunidad, como la ruta más corta a su reducción hasta la mínima expresión.
Hay signos evidentes de avances en ese destino.