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Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, expresó sus condolencias a la familia de Giovanni López, quien falleció tras ser detenido por policías municipales de Ixtlahuacán, Jalisco el pasado 4 de mayo y reiteró que nadie puede invocar de manera justificada la restricción de libertades y derechos humanos en pro de la salud.
«Expresamos nuestras condolencias a la familia de Giovanni López. Es un caso lamentable, es la pérdida de una vida humana y eso siempre debe movernos emocionalmente a la reflexión, es una pena», aseguró.
Durante la conferencia vespertina sobre la situación del país respecto al coronavirus, López-Gatell añadió que no profundizaría sobre las circunstancias del caso porque «si opinamos estorbamos» y confió en una investigación conforme a derecho para deslindar responsabilidades.
López-Gatell reiteró la negativa de utilizar la fuerza pública para que las personas se queden en sus casas por la pandemia «porque si uno militariza o convierte a la salud pública en un asunto de fuerza y no de convencimiento (…) es un desperdicio porque quiere decir que estamos despreciando las capacidades analíticas de la sociedad de tomar decisiones saludables».
«Identificamos que en una sociedad que ha sido víctima de abusos, violaciones a los derechos humanos, impunidad, lenta impartición de justicia (…) si imponíamos un mecanismo de coerción y de uso de la fuerza empezarían a ocurrir este tipo de eventos, muy lamentables, entonces no se puede invocar que esto es por una disposición sanitaria o por lo menos no justificadamente».
El funcionario recordó que en el acuerdo donde se estableció la Jornada de Sana Distancia firmado por Jorge Alcocer, secretario de Salud, firmado el 31 de marzo, «agregamos intencionalmente la fracción octava en el artículo primero que dice explícitamente: todas las medidas deberán ejecutarse respetando estrictamente los derechos humanos y las libertades civiles».
«Nadie podría invocar justificadamente que este tipo de acciones las hace en pro de la salud», concluyó.
El 4 de mayo, Giovanni López, un albañil de 30 años, fue detenido por policías municipales de Ixtlahuacán, Jalisco, tras ser acusado de una falta administrativa, se presume por no utilizar cubrebocas, y agredir a los oficiales. Un día después, el hombre murió presuntamente a manos de los agentes.
Agencias
