Lava de volcán Cumbre Vieja afecta a 686 edificios mientras se sigue expandiendo

El volcán Cumbre Vieja, en La Palma (Islas Canarias), no parece que vaya a cesar su actividad después de que disminuyera algunas horas ayer, mientras que se reportó que la lava ha cubierto 258 hectáreas y afectando a 686 edificaciones, de las cuales 589 están destruidas, según el último recuento del sistema europeo de observación terrestre Copernicus.

Según los científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán), la actividad de la estructura geológica se ha vuelto “más imponente y más intensa” y la lava ya está a menos de un kilómetro del mar.

En las cercanías de la costa, la colada de lava sigue a menos de un kilómetro del mar. Su paso lento sigue por el barrio de Todoque, el cual una parte fue arrasado por el flujo ardiente la semana pasada. Ayer, otra zona fue afectada, incluida la pequeña iglesia del lugar en el que sus mil 300 habitantes fueron evacuados.

Los especialistas de Copernicus informaron también que hay 22 kilómetros de carreteras afectadas, un hecho que ha obligado a confinar a los vecinos de cuatro barrios para evitar que los gases tóxicos que emanen de ese posible contacto de la lava y el mar les afecten.

En total, los evacuados son 6 mil hasta el momento y dado a que se actuó con rapidez, no ha habido víctimas humanas en el archipiélago español.

Los expertos aseguran que los parones vividos ayer son un fenómeno habitual en una erupción estromboliana, siendo solamente recargas de magma que pueden estar relacionadas con cambios en la estructura interna del cono volcánico, en concreto con el cierre de conductos y una baja disponibilidad de gas.

El portavoz de Involcán, David Calvo, aseguró que lo que más les preocupa a los científicos es precisamente la boca que mana con fuerza fuera del cono principal, de la que salen, en forma de géiser, lavas muy fluidas a unos mil 200 grados y que bajan en su parte inicial con bastante velocidad.

Explicó que los procesos de recarga magmática son pausas habituales en una erupción estromboliana, pero destacó que “el regreso fue imponente y más intenso que ninguno de los días anteriores de la erupción”.

Calvo detalló que la bajada del tremor ayer fue “muy radical”, así como de las expulsiones de dióxido de azufre. Si normalmente se estaban midiendo en torno a las 15 mil a 20 mil toneladas diarias, ayer solamente fueron 600 toneladas por la parada drástica debida a que el magma se desconectó.

Hoy, además, el Consejo de Ministros declaró la isla de La Palma como zona afectada por una emergencia de protección civil. Las singulares características de la catástrofe que se vive allí, con el volcán en erupción desde hace diez días y sin un pronóstico claro de cuando se apagará, hace que la declaración llegue con el peligro aún vivo, sin poder determinar el alcance real de los daños.

Agencias