Israel pospone reforma judicial debido fuertes protestas

El primer ministro Benjamín Netanyahu aplazó hasta el mes próximo la decisión sobre un proyecto de reforma del sistema judicial que ha sido objeto de duras críticas, por temor a que la peor crisis nacional de Israel en años pueda fracturar su coalición o desembocar en una escalada de violencia.

«Desde la voluntad de evitar la fractura de la nación, he decidido retrasar la segunda y tercera lectura (del proyecto) para alcanzar un amplio consenso», dijo el primer ministro en un discurso televisado en horario de máxima audiencia.

Facciones a favor y en contra

Un socio de la coalición de extrema derecha, el ministro de Seguridad, Itamar Ben-Gvir, aceptó el aplazamiento a cambio del compromiso de presentar la ley en la próxima sesión del Parlamento, pero otro importante legislador de la derecha dura lo calificó de error.

Los opositores al plan, para reforzar el control del Parlamento sobre los procesos judiciales, afirman que es una amenaza para la democracia y han movilizado grandes protestas en su contra. Los partidarios de la ley han prometido contramanifestaciones.

Los vuelos desde el aeropuerto Ben Gurion quedaron en tierra y los puertos marítimos, bancos, hospitales y servicios médicos también se dispusieron a interrumpir su actividad, mientras el jefe del sindicato nacional Histadrut convocó una huelga general para impedir que siguiera adelante la reforma judicial.

El jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Herzi Halevi, declaró el lunes: «No habíamos conocido días como estos en los que las amenazas externas se aglutinan, mientras en casa se está gestando una tormenta».

Netanyahu, que pidió en Twitter a ambas partes que evitaran la violencia, intentaba mantener unida a su coalición nacionalista-religiosa después de que su decisión del domingo de despedir al jefe de Defensa por oponerse a sus planes provocó protestas masivas durante la noche.

Mientras que el gobierno afirma que la reforma es necesaria para frenar a los jueces activistas y establecer un equilibrio adecuado entre el gobierno electo y el poder judicial, los opositores la consideran un debilitamiento de los controles y equilibrios legales, una amenaza para la democracia de Israel.

Ben-Gvir y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, han afirmado que la reforma debe seguir adelante, lo que pone de manifiesto la tensión existente en el seno de la coalición de Netanyahu. Smotrich instó a sus partidarios a unirse a la protesta: «No dejaremos que nos roben nuestra voz y nuestro país».

Agencias