Honran a víctimas de covid-19 en celebración a los muertos

La nueva forma de celebrar el Día de los Muertos es una gran oportunidad para que aquellas familias que no pudieron despedirse de sus parientes que murieron por coronavirus, que no los pudieron acompañar en el hospital, ni siquiera ofrecerles un funeral de acuerdo a sus creencias y costumbres, puedan darles una despedida alegre porque van a un mejor lugar.
Este fin de semana y el lunes, el obispo Eugenio Andrés Lira dirigió varias actividades litúrgicas en homenaje a los difuntos, tanto niños como adultos, para recordarlos, cumplir con la tradición de recibir su visita espiritual y ofrecerles un convivio en casa, donde llamó a los creyentes a honrar a todos aquellos que han fallecido durante la pandemia.

Pena
Hay familias que aún no pasan el luto que no superan la ausencia de ese ser amado especialmente porque su partida se dio en una situación muy complicada, pues debido a su padecimiento no se permitía a nadie acompañarlo en su cama de hospital, tampoco asear su cuerpo y vestirlo para su último viaje, simplemente se les entregó una urna con sus cenizas.
Es muy doloroso perder a un familiar saber que ya no lo volveremos a ver que ya no los escucharemos y la pena es mayor cuando no pudimos acompañarlo en sus últimos momentos, como ha sido en esta pandemia de covid-19, que no se les pudo velar, ni sepultar como hubiéramos querido, dijo.
Recordó que las familias creyentes en Jesús tienen una forma diferente de enfrentar ese dolor y esa pérdidas porque creen en la vida eterna, por lo cual pide que se haga oración por todos los difuntos, especialmente aquellos que tuvieron la desgracia de fallecer por causa de la violencia y la pandemia, porque no estaban preparados para irse, fue de pronto y muchos en soledad.

Enaltecen
También pidió una oración especial para aquellos que en medio de estas crisis ofrendaron sus vidas por salvar a los demás, por los médicos que salvaron a muchos pacientes, por los camilleros, enfermeras, sacerdotes, y mucha gente más que estuvieron atentos a las necesidades de los demás, poniéndose en riesgo.
Precisamente por razones sanitarias, este año no se permitieron celebraciones en los cementerios, se fomentó hacerlo en la privacidad del hogar.