Cuando se trata del agua que utilizamos para el consumo diario, siempre buscaremos la mejor opción. No se trata sólo de encontrar el agua con la mejor calidad, también se busca la forma más sencilla de cuidar la salud y tener una buena hidratación. Para muchos, el garrafón de agua es la forma más práctica de consumir agua pura en el hogar; pero ¿es acaso la mejor opción? Actualmente hay nuevas alternativas que son más económicas, más ecológicas e incluso, más prácticas. A continuación te explicaremos las características, los beneficios y las desventajas de cada una; así podrás tomar una decisión informada.
El agua en garrafón es uno de esos elementos populares en el país, sobre todo porque sabemos que el agua del grifo no es segura para su consumo y que requiere un tratamiento extra. Este es precisamente el punto fuerte del garrafón de agua: es bien práctico sólo abrirlo, servir agua y listo. No hay que hervir, filtrar o clorar el agua. El garrafón es fácil de conseguir y tienes la certeza plena de que es un agua segura.
El asunto es que la publicidad de los garrafones no es 100% honesta. Si bien es agua purificada y apta para el consumo humano, muy poca proviene de esos manantiales naturales que anuncian, sino que es simple agua del grifo tratada. Por otra parte, comprar agua de botellón resulta muy caro a largo plazo. Si bien su costo no parece elevado, si sumas lo consumido a lo largo del año puedes sorprenderte. Pero el precio alto también lo paga el medio ambiente, pues el mercado del agua embotellada genera toneladas de plástico que contaminan. Además, se sabe que muchos de estos envases son capaces de contaminar el agua de su interior,
El filtro de agua es una herramienta genial para mantener el agua que circula en casa libre de impurezas. Los filtros están equipados con membranas que, dependiendo del material en que estén elaboradas, son capaces de retener sólidos de menos de un milímetro de espesor. Esto permite que sean retirados del agua sólidos como tierra, residuos de las cañerías sin mantenimiento, entre otros pero no elimina los peligros reales: aquellas sustancias que no podemos percibir a simple vista, como parásitos, bacterias y virus.
Muchos purificadores de agua pueden contar con diferentes etapas y una de ellas siempre será el filtrado, pues es necesario para retener partículas físicas y dejar el agua cristalina. Sin embargo, este tipo de tratamiento no es suficiente, pues no retiene ni elimina aquellos microorganismos o químicos que se puedan encontrar en el agua. Para ello se hace necesario adquirir un purificador de agua, que se encargará de eliminar todos los patógenos del agua, además de regresarle sus características más naturales, dejándola sin sabor, olor ni color.
La verdad es que los garrafones y filtros de agua tienen funciones diferentes, en la medida en que el filtro puede considerarse un pre-tratamiento, pero si lo que deseas es obtener el agua más pura, cristalina y segura para la salud de toda la familia sin contaminar ni gastar demasiado, es hora de invertir en un buen purificador de agua.