Activistas y sacerdotes han revelado que la frontera sur de México se ha convertido en un “tapón” que impide el paso de los migrantes a los Estados Unidos, ante las amenazas del presidente electo de la Unión Americana, Donald Trump.
Diversas autoridades mexicanas han enviado a los migrantes a ciudades como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, Villahermosa, Mérida y Chetumal para dispersarlos, de acuerdo con el director del Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán.
El activista que por lo general acompaña a las caravanas migrantes, indicó que la instrucción del gobierno mexicano es no permitir que los migrantes lleguen a la Ciudad de México.
"El primer tapón es el río Suchiate (fronterizo con Guatemala), Tapachula, y de ahí es el Corredor Transístmico entre Salina Cruz y Coatzacoalos, y el tercero es en Puebla, donde se forma un paso difícil por algo llamado el paso de Cortés, porque no cualquiera puede llegar a la Ciudad de México", explicó.
Además, el defensor de derechos humanos reveló que "a los migrantes se les están poniendo más trabas para llegar" al norte, por lo que ahora optan por "rutas peligrosas”.
Agencias